¿Por qué no escribes cuento? Es una idea que me llegaba a manera de pregunta, a veces a manera de recomendación, otras en forma de receta, o simplemente de duda. Me he metido a la narración sin relatar, sin cuentear. Pero desde el año pasado, que fue un año rápido e intenso, y mi mente generaba miles de proyectos a la vez, inicié mi exploración con los relatos. Ya experimentando en carne viva la dificultad de colocar pequeñas historias en escenarios breves, en pocos personajes, me doy cuenta de la sabiduría detrás de aquellas sugerencias-recetas. En esos microambientes que son los relatos, todas las dificultades a la hora de narrar se concentran y se deben resolver. Y uno debe echar mano de argucias, mañas, trucos para solventar el texto. Así que que tardé en aprender la lección.
Lo que ando incubando