Hace algún tiempo escribí aquí sobre La flor de capomo, una canción mayo. A partir de ese post, he seguido recibiendo comentarios. Todos con experiencias entrañables alrededor de esta canción y muchos de ellos se han convertido en lectores fieles, leales. De tal manera que mantenemos una comunidad más allá del nido de palabras: es la comunidad del capomo. Así Coyote y su familia nos invitaron a comer a mi novio y a mí durante nuestra estancia en Guadalajara por la FIL; así Fred se ha mantenido constante en este nido, y ha construido un diálogo a su vez con Coyote... Y así se ha ido tejiendo una red que me hace muy feliz por los recuerdos que yo tengo de esta canción, mi amor a ella, las características simbólicas de esta flor que sobrevive a crecidas e inundaciones. Y por convocar a lectores que de otra manera no hubiera tenido la fortuna de conocer. Hoy recibí otro comentario, anónimo, proveniente de Coahuila: otro (a) enamorado (a) de la Flor de Capomo.
Lo que ando incubando