Ceci de mi alma, Cuando leas esto ya tendrás 12 años. Una edad en la que las artes de la magia se convierten en empeño, esfuerzo, sabiduría forjada cada día, conciencia. Y eso te pediré hoy: un poco de magia para que me hagas estar contigo en ste momento, para que me sientas en tu corazón y en tu mente con la claridad con que me ves cada día a las seis de la mañana en la cocina, preparando todo antes de que te vayas a la escuela. Aunque, estando tan modorras, ¿podemos vernos con claridad? Mejor: con la claridad con que me ves cuando regresas de la escuela y me cuentas lo que pasó, mientras la comida termina de prepararse, y el celular suena y suena y suena con mensajes y el trabajo interminable, que tr fastidia un poco. Hay una escritora que dice que de alguna manera las mamás nunca podemos separarnos del todo de nuestras criaturas, porque hemos estado tan unidas una en la otra, desde el inicio de la vida, que es imposible. Y así como el misterio inicia, gestándose en el vientre
Lo que ando incubando
Comentarios
Contrario a mi costumbre de leer a pausas poesía y devorar en una noche novelas, en esta ocasión no pude menos que paladear cada capítulo pausadamente.
Y cuando quiero comentarte acerca de, más lento e impreciso me encontré. Tenía una lista de comentarios que terminarían por repetir todo el libro. Tú sabes que soy un lector y mero aficionado a enterarme de asuntos literarios, pero a mi escaso entender, en lugar de todo lo que quería decir, me vino de golpe, como cerillazo, la impresión que resume mi opinión: en esta novela eres una RULFIANA, y ya sabes lo que se dice de las comparaciones, pero esa sensación me provocó y me queda el sabor. Enhorabuena! MARIA ANTONIETA con MAYÚSCULAS!!!!!
Al vendedor de El Sótano se la perdonamos. Uno de los diálogos más ricos y emocionantes que tuve fue justo con los vendedores de piso de esa librería: lectores exigentes, apasionados, atentos.
Y me emociona igual ahora que me compartes tu experiencia de lectura. ¿Qué más desea uno al escribir? Nada, sino eso: el disfrute, las resonancias, que un lector te lea y te escriba sobre su disfrute lector.
Saludos, Coyote, a ti y a tus ángeles siempre.