Todos los días, desde mi "nuevo estudio" en la habitación de Cecilia, contemplo la hamaca en el jardín, como si fuera un espectro visible pero inexistente, que se esfuma mientras más me acerco.
No hay tiempo, no hay ocio, no hay descanso.
Pero hoy por la tarde rescaté media hora. Quizá la visión espectral no se rompió porque llevaba a Cecilia en brazos. La cuestión es que ambas nos echamos en ella, nos balanceamos y esto es lo que vimos, esto es lo que me gustaría ver todos los días, aunque sea por quince minutos.
No hay tiempo, no hay ocio, no hay descanso.
Pero hoy por la tarde rescaté media hora. Quizá la visión espectral no se rompió porque llevaba a Cecilia en brazos. La cuestión es que ambas nos echamos en ella, nos balanceamos y esto es lo que vimos, esto es lo que me gustaría ver todos los días, aunque sea por quince minutos.
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Saludos,
Eidania
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