Nido de Palabras | María Antonieta Mendívil

A este hombre le debo un oficio, un carácter a la hora de trabajar, un ejemplo de ética, de generosidad. Y le debo muchas charlas sobre arte, sobre la vida cultural en Sonora. Sobre la vida ahora. Hoy don Alberto hubiera cumplido años. Y como siempre, lo recuerdo.

Porque tu vida y su presencia en las nuestras es digna de celebrar.

Jugar ajedrez con la hija adolescente de nuestros amigos, mientras bebo una copa de tinto y lo escucho a él hablar con su voz reposada sobre arte y edición de libros.

Esta familia estamos viviendo tiempo de graduaciones. Mariana terminó el bachillerato. Mateo termina la primaria.  ¿De qué me estoy graduando yo? Hay una graduación interna. Me doy cuenta cuando conduzco por esta ciudad y los cuadrantes se me abren y me resultan reconocibles. Empiezo a hacer mía esta ciudad. Un lugar habitable para mí, disfrutable para mí. Una ciudad que me acoge sin hostilidad. Y hay otras, otras graduaciones que han venido en cascada. Cecilia en cambio recién iniciará su vida escolar. Junto con las graduaciones hay inicios. Eso me enseñan Mateo y Mariana. Eso me enseña Cecilia.  Estoy casi lista.

...mis neuronas empiezan a reconectar.

Primer concierto de Cecilia. Y de lujo: Sala Nezahualcóyotl, Orquesta Sinfónica de Minería.

Cansada de no escribir. Muy cansada como para escribir. Cansada de no escribir. Muy cansada como para escribir. Cansada de no escribir. Sí, también muy cansada como para no escribir.