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Mostrando las entradas de enero, 2010

Y el miedo

Me llegó una invitación para colaborar en el monográfico de la revista Re de España, donde trabajé como coeditora de esa sección en la versión castellana. El tema que lanzan es el miedo. El miedo productivo como impulso para actuar y el miedo infértil como pérdida de libertad. ¿De qué quieres escribir? ¿Puedo escribir sobre el miedo a escribir? ¿Sobre el miedo a la creación? ¿El miedo al espacio en blanco, tan lugar común pero tan presente? ¿El miedo a la palabra? ¿Puedo escribir cuando tengo miedo?

Duelo de noche

Pueden elegir entre leerla aquí o acá , pero la reseña es la misma. Gracias a Elena Méndez por esta lectura.

Hoy

Presentación de Sho-Shan y la Dama Oscura de Eve Gil Miércoles 27 de enero, 18:00 horas Museo de Culturas Populares e Indígenas de Sonora Comonfort y Dr. Hoeffer, Centro Histórico

No se trata de eso

No haré tankas, ni haikús. Me acerco a lo japonés con una fascinación estética. Explorar cómo refinan la nimiedad. Y cómo el refinamiento va en camino del despojo. Hay algunas relaciones entre obra occidental y la japonesa , y los resultados no literales de esta influencia. Por ejemplo, a pesar de sus resistencias hacia lo japonés, el paralelismo entre algunos dibujos de Picasso y los shunga . Si he dicho que toda poesía se acerca al silencio, paso de la exploración críptica de la mística, para buscarla en el silencio que es suspensión, no las palabras que acomodamos como escombros sobre visiones y realidades. O tal vez pueda encontrar el silencio como el zumo que deja la fruta cuando la despojamos de su cáscara. De eso se trata.

Aclaración extra literaria

No uso Facebook. Que conste por qué no respondo las invitaciones a las redes sociales. No pertenezco a ninguna, más que a la de mis amigos con quienes me veo en carne y hueso, mucho menos tiempo del que me gustaría. No creo darme de alta en Facebook. Tengo una especie de agorafobia cibernética o sociopatía hacia las redes sociales. Hasta con el msn me sucede: me siento expuesta, invadida, engentada , abrumada. Además, es el reino de mi hija y creo que le sería incómodo encontrarnos por ahí (peor: que sus amigos me encuentren por ahí). Me cae gordo el Facebook. Odio ver a gente en horarios de oficina revisando las fotos de sus contactos. Me chocan las noticias derivadas por él: pues ya cambió su estatus de casado a relación complicada. Me aturde tanta información personal expuesta. Sé que el Facebook puede ser útil. Pero es más lo inútil: pets, granjas, chismes, pérdida de tiempo. Así que no lo tomen como un NO a sus redes sociales. Es un NO mío (muy mío) al Facebook.

En cambio los tankas

Según algunos autores, su principal utilidad era la de transmitir mensajes secretos entre amantes; una pequeña síntesis matutina de lo que una tempestuosa noche de sexo había representado para el autor, como queriendo volver a las maneras y palabras del cortejo, algo así como una nota de agradecimiento al proporcionador de tan carnales placeres. Se enviaban escritos en un abanico o amarrados a una flor en botón y eran entregados en propia mano por un mensajero a quien se recompensaba con un trago y la oportunidad de coquetear un poco con el personal doméstico. Y aquí esto mismo, un poco más, y el tanka más bello, según algunos.

Haikús

...los mejores haikus son verdaderas poesías visuales, puesto que siempre, inapelablemente, apresan un momento de la existencia en la que hay realidades conexas siempre enaltecidas, pero no por la vía de la matraca huera o solemne, sino por la de la austeridad radical, el desnudamiento más asombroso, la atención más apabullante a lo mínimo esencial de la existencia, en la que se juega verdaderamente la vida. En las famosas 17 sílabas obligatorias cabe todo un mundo, y esos poetas se lo tomaron muy en serio, y buscaron ese despojamiento para alcanzar visiones certeras de lo que existe y de cómo los ojos pueden atrapar en las cosas el significado de nuestra vida, que, antes o después, dejará de existir (ese sentido de la fugacidad humana tiene asiento en todos ellos, y de la manera más serena imaginable, con templanza budista cuya belleza aturde). Ángel Rupérez, sobre Haikús clásicos (Blume. Barcelona, 2009), en Babelia.

Origami

El proyecto de poesía va marcando su ritmo, sus exploraciones. Así me detengo en el origami, el arte de la papiroflexia. El arte de hacer sutiles dobleces hasta llegar a la representación. La serie roja (caligrafías) va sobre aquello que es y se despoja hasta el desproveimiento. Pero principalmente se trata de una poética. La búsqueda de una poética: un lenguaje que se dobla hasta la expresión mínima: representativa.

A remangarse

(Yuki Onodera, de las series Portraits de fripes 10 ) Necesito cambiar el mapa antiguo con rutas aéreas que tengo en mi corcho. Y poner algo muy japonés. Él me ayuda a buscar .

Limpia de escritorio

Aunque en mi mesa de trabajo permanece el borrador de mi novela, buscando su transformación en manuscrito definitivo, empieza ya a prepararse para el nuevo proyecto. Mis libros de arte y estética japonesa, mis libros de poética, mi libreta de papel de bambú con cubierta roja, mi carpeta de piel color roja, mis cds de música japonesa clásica. Me falta una buena dotación de bolígrafos negros y rojos. Y una pluma fuente. Sí, ese es mi capricho para este proyecto: una pluma fuente. Y a empezar .

Adiós, Lhasa

El 1 de enero desperté porque alguien muy quedo me decía "Feliz cumpleaños". Salí a disfrutar del desayuno al aire libre y ahí me encontré ante un mar brillante, incandescente. No escuché La Marée Haute de Lhasa . Nadie me dijo que esa madrugada, antes de sonreír por un año más de vida, ella había muerto . El silencio. O no .