Necesito tiempo libre. Me urge. Ayer que tuve que esperar una hora en el colegio de mi hija, previa función de "Romeo y Julieta" que ella protagonizaría, pude leer ¡y terminar! un libro y escribir algunas notas en mi moleskine y pensar en la novela. No sé cuánto tiempo hacía que no podía leer una hora corrida. No sé cuánto hacía que no escribía una nota en mi moleskine. Bueno, sí, hay registro: desde noviembre del año pasado que volé a Tijuana. Pero me doy cuenta que no es una cuestión de tiempo, sino de energía. Ya no puedo comprometer mi energía como antes. Ya no puedo arriesgar mi salud. Para mí escritura no es tirarme al precipicio, ni dejarlo todo. Para mí es tener una ventana qué abrir. Y si por días no puedo abrirla, por lo menos sé que puedo mirar a través de ella.
Lo que ando incubando