me conmueve tanto esto. vivian maier. la nana de unos niños que paseaba sola o con ellos por las calles de nueva york, siempre acompañada de una cámara. iba capturándolo todo. un día alguien encontró en una bodega sus negativos y hoy podemos verla aquí , o en un documental sobre ella. me conmueve tanto esto. estas miradas que ven, atestiguan, aman lo que ven, y no les importa más. ahí está el acto de amor, en ver, no en compartir. y sin embargo, que ahora podamos verlo y contemplar esta extraordinaria obra es como haber encontrado un bellísimo rincón en tierra virgen. no se trata de descubrir la grandeza de una mujer que fotografía; es descubrir la belleza de la vida y el amor que alguien profesó a esos momentos efímeros. de la misma manera que el paisaje virgen encontrado no posee la mayor grandeza en sí mismo, sino ene la fuerza de quien lo creó y su amor benévolo, sin importar si un día sería visto o descubierto.
Lo que ando incubando