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Mostrando las entradas de 2014

Último día

Quiero cerrar tres años de silencio. Tres años de volcarme hacia los demás. Tres años de reacomodar esa cabeza que creía amueblada y que más bien tuve que descombrar. Quiero dejar de tener miedos. Quiero evitar el ocio y tenerlo cuando sea gozoso y, por lo tanto, útil. Quiero cuidar de mí y no delegar esa tarea a nadie. Quiero no delegarme a nadie. Quiero recuperarme. Lo que soy ahora. La suma y la resta de lo que soy ahora. Quiero un 2015 así.

Mariana: la ausente presente

Ella no estuvo aquí pero fue la "culpable" del encuentro: Patricio, Adriana, Enrique, Jaime, con Mateo, nuestra Cecilia y yo. Una comida llena de risas, manías de madres, diversidad en los hijos, películas de terror, Cuba, Ayotzinapa, signos zodiacales, perros, libros, hijos, sueños, parejas... Gracias a los invitados por la alegría y excelente conversación; gracias a Jaime por la comida tan exquisita y hacer suyas mis querencias y causas; gracias a los niños que dieron color; gracias a Patricio por su entrañable y brillante ser; y gracias a Mariana por unirnos. Lástima que no hubo foto de todos los presentes. Pero sí de la ausente.

¿2015?

Mi propósito: ser feliz. Eso implica muchos infinitivos: amar, escribir, amar, leer, amar, ejercitar, amar, caminar, amar, cocinar, amar, cuidar, amar, hablar, amar, descansar, amar, dar, amar

Lista Navideña

Somos unas ráfagas. Jaime y yo hicimos las compras navideñas en... tres horas. Sospechamos que habrá muchas alegrías contagiosas mañana cuando los regalos lleguen a su destino. Yo tengo un regalo muy anhelado, que se ganó la extrañeza de Jaime. Pero a pesar de tenerlo, comparto este chiste. Esto no es extraño, ¿no?

Preparadas para Navidad

La tercera navidad que pasaré con Cecilia en mi vida: una pequeña reno correteando en casa. La primera navidad que pasaré sin Mariana conmigo: una joven plena en Alemania.

43, Toledo, todos

Digamos que...

... se adelantó Santa.

Mariana

La dimensión de cuánto la extraño sólo se compara con el orgullo que siento por ella. Esta es la vista desde su departamento. Tan lejos de aquí. Y tan cerca por compartirlo.

Padecimientos de una sonorense

Una sonorense no puede con este frío de montaña: seco, a veces nublado, ventoso. No puede con las noches frías, en las que ninguna pijama ni manta están a la altura del padecimiento. Pero cuando hay sol, me siento a un lado de la ventana, donde me alcancen los rayos, y ahí trabajo. Entonces soy como Pepe en el jardín, buscando ese rayito solar que se cuela entre las frondas de los árboles. Bueno, con el sol no viene necesariamente incluida la siesta.

Me hubiera gustado estar ahí

En la FIL de Guadalajara, con él, Eduardo y Mireya.

Sepan que...

Si encuentran este cuaderno de notas diseñado por Mónica Zacarías, que publica la UNAM, sepan que: Mateo Soler, nuestro Mateo, es el autor de algunas de las fotografías ahí contenidas.

Tardía

Hemos quitado uno de los barrotes de la cuna, y ahora Cecilia tiene una cama. O una semi-cama. Seguramente un poco tarde, pero es nuestra pequeña. Una pequeña con hábitos extraños, como despertar a las 3 am para carcajearse hasta volverse a dormir. La cama no le ha quitado la costumbre: sigue riendo, pero es bueno saber que no se baja de la cama para ir a asaltarnos a sus padres a punta de risas. Ahora que es niña grande, también le leemos su cuento nocturno. Y duerme sin problemas después de suspirar complacida con cada historia y los besos de papá y mamá.

Día de Santa Cecilia, día de mi Cecilia

Él me dio a una bella hija. Sugirió un nombre. Y también me enseñó esta extraordinaria Catedral en forma de fortaleza dedicada a Santa Cecilia en Albi, Francia. Lo menos que podría hacer, en pago, es invitarlos un día a visitarla, ¿no? Es uno de mis sueños.

De nuevo desde un pupitre

Este semestre volví a mi vida escolar: un diplomado en la UNAM para actualizar y fortalecer mi oficio, sobre todo en estos tiempos tan convulsos. Bueno, ese era mi fin primero y se ha cumplido con creces. Lo que no preví fue el encuentro con colegas, el diálogo para tratar de descifrar esta realidad vuelta de cabeza, ver a gente que aún tiene ideales y que se apasiona por ellos, encontrar jóvenes inteligentes en este oficio, y sí: también encontrar amigos.  

Que vivan los puentes

Lo que escucho estos días

Muy feliz con dos nuevos discos: Damien Rice con My favourite faded fantasy y Antony and the Johnsons con Turning . Ambos me son tan cercanos en esa calma que se rompe hacia fuera (Damien) o hacia dentro (Antony). Un volcán con dos bocas.

Mariana enferma

Una llamada en la madrugada; no de ella desde Barcelona, sino de su novio desde Canadá: Mariana se sentía muy mal y quizá se la llevarían al hospital. La angustia de estar lejos, de no estar ahí. Pero qué alivio sentirme apoyada por él y por Carme, amiga de la familia, y por Jaime, que espantó su sueño para estar a mi lado esperando noticias; gracias a ellos ha menguado la angustia y sólo me mantengo en alerta. Finalmente Mariana pudo levantarse a cocinarse por primera vez en su vida unas lentejas. Carme está con ella. Y esperan a un doctor. La imagino enferma y agravada por su homesickness, y como madre sólo pienso en la experiencia profunda que está siendo para ambas esta distancia. Y la abrazo en esa distancia, la abrazo por la fuerza que me demuestra.

Pepe

Supimos de Pepe por una familia del Montessori al que asiste Cecilia. Un weimaraner de poco menos del año, al que habían rescatado y ofrecían en adopción. Nos enamoramos de la idea y luego de él cuando lo vimos en una foto: dulce, cariñoso, un cachorrazo . Cuando Jaime era niño tuvo a la Pola, una perra de la misma raza; y yo a Natasha, igual. Ambos guardamos entrañables recuerdos de esas hermosas bestias. La decisión fue nostalgia y mera corazonada. Hoy fue la acogida, previa charla sobre perros y animales. Pudimos hablar de muchas otras cosas: de arte, de literatura, de niños. Hay muchos puntos de encuentro con la familia Pous. Pero Pepe merecía el protagonismo. El cachorrazo se despidió de su antiguo hogar donde le salvaron la vida. Pepe fue mirando por la ventana mientras se alejaba del olor de su hasta entonces amo. Pronto entendió y se acurrucó entre Jaime y yo. Ya está en casa, fue bien recibido por sus colegas. Asmar, el alfa, dio la bienvenida al cachorro grandote; a Negri

Caminatas matutinas

Él y yo hemos reiniciado nuestras caminatas por el bosque. Un bosque en medio de una ciudad caótica, llena de coches y nubes contaminadas. Aquí no parece que vivimos en esa ciudad. El bosque es silencioso, intrincado en partes, lleno de olores a encino y eucalipto y tierra húmeda. Ahí hablamos de las noticias leídas, de los niños, de la vida. Ahí somos, como en esos escasos momentos del día, él y yo.

The hidden mother

La fotografía como una metáfora de lo que somos.

Alivio

Después de más de una semana de encierro por una rinitis que nos postró a todos en casa, Cecilia ya pudo salir al jardín: acarició perros, encestó pelotas, jugó a las comiditas, llenó la tetera de tierra, jugó con sus dompes y grúas, sacó su bici nueva, se subió a cada uno de los animales del carrusel y giró cuantas veces le dio la gana. Y todos fuimos felices de verla ser ella de nuevo.

Un gran regalo para Cecilia

Mi padre estuvo 10 días de visita en casa. Fue un gran regalo para Cecilia tener al abuelo para leer el periódico, jugar a las comiditas, escuchar esa voz que habla grave hacia dentro, hacer juntos siestas improvisadas en la sala. Fue un gran regalo darle la presencia de ese otro abuelo que viene de su otra tierra: del desierto, del norte, de la aridez, de donde todo es cálido y simple.

Y Mariana: 19

Mariana llega a los 19 años como soñé: cumpliendo sus anhelos, preparándose, viviendo el mundo, disfrutando a plenitud la vida, acompañada en su andar por  un cómplice  al que queremos. Mi único  pero  es no haberle dado un abrazo fuerte en persona. No haber estado en esta mesa con ella. No haber visto en persona esos ojos tan intensos como dulces. Pero esa deuda la paga con creces demostrándome cada día la extraordinaria chica que es. Feliz cumpleaños, mi hermosa hija.

Cecilia: 3

Cecilia cumple tres años. Ella dice "tee". Son poco más de las 7 am y ya despertó. La escucho en su habitación riéndose y jugando. Así es ella: la que ríe de todo, la que expresa con intensidad el amor y la alegría, la que nos une en abrazos grupales, la que observa todo, la que disfruta la música, la que baila dando giros. Y hoy tendremos en abundancia todo eso que es Cecilia a sus 3 años.

Un recuerdo de mi "loca"

Mi mamá pensaba que hablaba como las locas. Y que un día lamentaríamos no haberla escuchado. Esto nos decía cuando andaba de mal humor o cuando le colmábamos la paciencia. Mi mamá hablaba de política. Leía todos los días el periódico. Le gustaba leer y leernos a Manu Dornbierer. Le gustaba tirarle al PRI. Y hablaba y hablaba y parecía que nadie la escuchábamos. Pero cuando una madre habla en  realidad no son así las cosas. No, mi madre no hablaba como las locas. Sí escuchábamos, aunque no entendíamos como niños que éramos, aunque luego nos reíamos de que era una Lupita D'Alessio de la política por despechada, aunque nos parecía una rebelde sin causa y sin lucha porque ella despotricaba contra la política mexicana desde la cocina. Hoy que el país está patas pa arriba , recuerdo mucho lo que decía. Y hoy entiendo mejor esta tradición represora y simuladora del PRI por lo que ella decía, por lo que interpretaba de las noticias, por las columnas de Manu Dornbierer que nos leía c

Lo sabíamos

que el PRI regresaría sin renovarse, sabiendo dónde estuvieron sus errores para poner sobre los huecos hacia la democracia las pesadas lozas de la represión. que no había inteligencia, ni ganas de llevar a este país a ese sueño de democracia en el que nos han fallado todos. que todo se trataría de una simulación, de un mal chiste, de vulgaridad, de frivolidad. que el hombrecito escondido, lleno de miedo en el baño de una universidad privada, saldría caminando sobre los zancos que le dieran sus medios controlados y la parafernalia de presidencia, para pisotear a cuanto estudiante se le pusiera enfrente. lo sabíamos. y aún así no cabe la ecuanimidad, la razón, la visión hacia dónde vamos, la cordura, la resignación, el vaticinio. no caben explicaciones. no caben disculpas. es más: ni siquiera cabe la justicia.  

Alguien ya está lista para el Festival de Cine en Sitges

¡Suerte, Mariana!

70

Este niño de mirada negra y adulta, con el ceño tupido, con esos labios tan breves como sus pocas palabras, es el mismo que luego fue de adulto. Yo no conocí al niño. Sé que era introvertido, pensativo, travieso, comelón; que colgaba las muñecas de sus hermanas de los árboles del huerto familiar; que quería trabajar desde muy pequeño, y marchar con los soldados y enamorarse. Yo lo conocí después. A sus 26 años. Cuando yo era un bultito leve y quieto que dormía entre él y su mujer. Desde entonces lo he visto cumplir años. Y la mirada negra se ha ennoblecido, el ceño se ha dulcificado, y sus pocas palabras ahora son más certeras y sabias. Ese niño con rostro de hombre; ese hombre de mirada niña; ese hombre-niño que es mi padre, cumple 70 años. Y abrazo cada uno de sus días, cada uno de sus años. Abrazo al hombre sabio y amoroso que es mi padre. Te adoro, papi.

Palabras

A Jaime y a mí nos gusta cuando descubrimos palabras que nos eran inéditas. Nos gusta cuando esas palabras suenan bien. Y entonces esas palabras parecen nuestras y de nadie más. Como ambueza. Hoy El País publicó palabras que seguramente desconocemos. Algunas las haremos nuestras. Me gusta fosfenos...

Mariana y Cecilia

Mis hijas están viviendo, cada una a su manera, el mismo ciclo pero en distintos tiempos. Ambas son como los círculos de una espiral: una enfrentándose por primera vez sola a la vida; la otra, a la escuela.  

Esto es lo que vio Mariana cuando voló

Y yo lo que vi fue a una jovencita que no regresaría igual. Adiós a esa niña. Y ahora, a abrazar ambas la aventura.

Preparándonos para el adiós

Hoy Ana, la tan querida tía Ana, organizó la comida familiar de despedida para Mariana. Consejos, tips, preguntas, apoyo, alegría, abrazos, una comida exquisita y gozo en cada uno de los detalles.

Etapas

Mariana ya empezó a hacer su maleta. Y yo ya empecé a marcar la ropa para la entrada de Cecilia al kínder. El corazón doblemente estrujado, doblemente feliz.

Miedos

Cuando entré a mi primer kinder, tuve miedo de permanecer en ese lugar y nunca en la vida aprender nada. Y aún con miedo, pedí a mis padres que me cambiaran de escuela. Cuando en las noches veía a una sombra debajo de la cama, tuve miedo de descubrir en la oscuridad que era alguien real. Y aún con miedo, recé hasta que en mis sueños descubrí a quién pertenecía esa sombra. Cuando de adolescente empecé a temer salir de mi casa, salí a la banqueta y temblé al cruzarme con mis vecinos siempre tan cordiales. Y aún con miedo, decidí enfrentarme a ese miedo, y entonces me fui de casa. Cuando fui madre por primera vez tuve miedo a no saber ser madre. Y aún con miedo, he sido madre cada día de mi vida, una madre con miedo, intensa, que ha podido llevar a su espléndida hija hasta el umbral de sus sueños. Cuando la vida como la había vivido y entendido se acabó, tuve miedo de perderme. Y aún con miedo, me repetí a mí misma "de ahora en adelante" y avancé despojándome de mi pasado, y

Para Sylvia

Barcas en ferro, oscuras nos abatíamos en el litoral cuando los navíos más amados zarpaban a tu deriva Las tormentas azotaban aquí, y allá nuestros amados dormían reclinados a tu pecho Después de tanto abandono se nos reveló su signo y levamos: Barcas somos de tu mar Llama (Libros del Umbral, 2008) * Un abrazo en la eternidad, Sylvia, por tu madre y tu hermano. 

Mariana se va

Visa autorizada. Boleto en mano. La mira bien puesta.