Este año fue del equilibrio. Y el equilibrio cuesta. Absorbe la energía, la atención. Tanto, que dejé debiendo a mucha gente querida. El 2010 será un año justo. Recibiré. Me permitiré recibir. Pagaré. Consumiré. Ahorraré. Ordenaré. Y todo para dar de nuevo. Darme de nuevo. Será un año de más silencios internos y menos hacia los otros. El 2010 también será un año para Caligrafías , mi poemario. Será un año de leer mucho. Será un año de disciplinarme. Será un año de no deberle a nadie. Ni a mí misma. El 2010 será un año de despojos , para conservar lo esencial. Así en la vida, así en la poesía.
Lo que ando incubando