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Mostrando las entradas de 2009

Hacia el 2010

Este año fue del equilibrio. Y el equilibrio cuesta. Absorbe la energía, la atención. Tanto, que dejé debiendo a mucha gente querida. El 2010 será un año justo. Recibiré. Me permitiré recibir. Pagaré. Consumiré. Ahorraré. Ordenaré. Y todo para dar de nuevo. Darme de nuevo. Será un año de más silencios internos y menos hacia los otros. El 2010 también será un año para Caligrafías , mi poemario. Será un año de leer mucho. Será un año de disciplinarme. Será un año de no deberle a nadie. Ni a mí misma. El 2010 será un año de despojos , para conservar lo esencial. Así en la vida, así en la poesía.

Ahora sí: volví de la FIL

Ya sé que ha pasado mucho tiempo. Pero así soy. A veces me cuesta regresar. Regreso contenta. En el 2006 viví una FIL como autora, con todo el mimo de una editorial española (cordobesa) en el año dedicado a Andalucía. En el 2007 viví una FIL como lectora, hurgando stand por stand, para llenar una maleta de libros. En el 2009 viví una FIL desde la perspectiva de trabajo: el editor que pasa del oropel y carga cajas de libros, que se sienta a negociar los derechos de sus autores sin más interés o ganancia que compartir el amor por un libro y que cuida a su autor sólo por pasión. Regreso contenta con Un puñado de arena , un libro de tankas de Takuoku (Hiperión, 2001); LVN El país de tablas , de Raúl Zurita (Ediciones Monte Carmelo, 2006), Antología Crítica de la Poesía del lenguaje (Aldvs, 2009), una obra de teatro de mi amiga Verónica Bujeiro y un cuadernillo impreso por Ditoria. Regreso contenta de una comida con Coyote y su familia : charla larga, risueña, cálida, apacible, abierta.

Llama en el stand de la AEMI: L 24

Que fue además el ganador como el mejor stand en la categoría mediana del la FIL.

Llama hacia la FIL

El año pasado no alcanzó a salir del horno para estar en la FIL , pero este año, allá vamos: venta en el stand de la aemi , un rol de medios para promover Llama , encuentro con amigos y lectores, un pozole, muchos recuerdos que ahora son vida presente y futura.

Finales (sí, en plural)

¿Y quién me cree que cuando digo "ya puse punto final" es que realmente pondré un punto final por siempre? Eso me pasa en la vida, pero no en la literatura. Ya el domingo, mientras terminaba de poner el arbolito de navidad en casa y mientras Mariana y Rabito me daban sus instrucciones y ánimos, el punto final ya era un punto suspensivo, y luego interrogaciones que se abrían y cerraban. Me inquietaba el final. ¿La historia se cierra con el vuelo o con la tierra? Cada vez me parecía más que en la tierra. Por la noche pensé en trabajar pero su prescripción amorosa de siempre me sugirió descansar después de un día de escritura, kermés, decorado navideño. Accedí, pero puse el History Channel. Y ahí estaba la imagen de una gigantesca tolvanera, un nubarrón amenazante barriendo el desierto. El viento negro. Y en mi mente reapareció el cierre. El cierre que quería. El punto final que unía al cielo con la tierra.

Ensamble

Pasé gran parte del día preparando hamburguesas en la kermés del colegio de mi hija. Ensamblando todos los ingredientes. Actos perfectos para el día en que terminé, por fin, de escribir mi novela.

Otro más para Iván

A Iván Figueroa no le gusta que diga que es poeta. Pero hay cosas que no se pueden ocultar. Menos cuando una vez más es noticia: Evangelio de la soledad acaba de ganar el Premio Nacional de Poesía en Michoacán. ¡Felicidades, Ivanovic!

HOY: Milán en Hermosillo

A mis 17 años encontré por primera vez la revista Vuelta . Un encuentro tardío, realmente. Pero cuando has crecido en una ciudad pequeña, sonorense y sin el milagro del internet cualquier hallazgo interesante puede ser precoz y extraordinario. El dependiente de la librería me dijo que sólo llegaba un ejemplar, y siempre se quedaba con él. "Puedo apartarlo para ti", me propuso. Y así inicié una colección que hasta mis días guardo casi completa. En esa revista escribía Eduardo Milán , reseña crítica de poesía. Y fue la escuela de Letras en la que nunca me arraigué, y fue mi taller de poesía que no encontraba todavía. Leí mucha poesía de su mano y aprendí sobre ella más de lo que cualquier otra persona me ha podido enseñar. Hoy iré por él al aeropuerto. Hoy enmudeceré ante él. Y escucharé y escucharé todo lo que he dejado de escucharle en Vuelta desde que cerró, y todo aquello que he descubierto en su propia poesía. Lo escucharé hoy a las 7 pm, en la Casa Hoeffer (Museo de Cu

Ya viene: Feria del Libro de Hermosillo

El programa completo lo pueden leer aquí .

La novela ajardinada

El domingo es día de jardín: podar, remover la tierra, reacomodar la gravilla. Pero domingo tras domingo se ha ido acumulando el trabajo rudo: deshacerme de la hierba, sacar plantas que han crecido por contagio, no porque las haya sembrado. Esta mañana tuve el dilema: ¿desbrozar mi novela o el jardín? Temprano me preparé el café, encendí mi lámpara y me senté a trabajar, pensando en interrumpir una hora más tarde. Pero en eso estaba cuando escuché la podadora en una casa vecina. Tuve la tentación de ir. Resistí. Vanamente. Me levanté, salude al jardinero de la vecina y le dije lo que necesitaba en mi jardín, ¿cuánto podría cobrarme? Cuando finalmente vi el jardín limpio, sin yerba, sin maleza debajo de la bugambilia, me imaginé así mi novela: desbrozada, limpia, pulcra, definida. Y seguí trabajando, muy animada, horas y horas quitando fragmentos enteros, cambiando orden de párrafos, puliendo puntuación, consultando palabras para estar segura de dejarlas o arrojarlas como piedras imper

Parte I, Capítulo I, página 1

Me reservo el 14. Desando mis pasos. Vuelvo al inicio. A reconocer esta historia. A reconocerme en esta historia. A sentir el flujo del inicio al fin, a flotar o tropezar con él. A ahogarme, a determe de un tronco salvador cuando la cauda me extravíe. Abrí la ventana de la madrugada. El frío se cribaba por los naranjos hasta mi mesa. Y dejé todo en silencio. Para escuchar las palabras, el sonido de cada palabra; para escuchar las oraciones hiladas y su música que trancurre entre vocales y consonantes. Sentir el flujo de la escritura , el ritmo de la narración, mojarme en mi oficio.

13

No es que Mariana desande años. Es mi novela. Hoy terminé el capítulo 13 y mañana empiezo el 14 y último de esta II parte. El 13 tenía sus dificultades. En la novela ya sucedió lo que tenía que suceder. No es cosa de resolver ya, ni de remediar, ni de concluir. Es cuestión de no decirle al lector aquello que él debe inferir. Es cuestión de ampliar el rango de un personaje agazapado durante toda la novela y clave en ella. Es cuestión de anudar las últimas puntadas por el revés de la tela para que la experiencia del vuelo pase de la tragedia a lo entrañable. El 14 trae su propia cruz. Pero eso es tema de otro día.

14

Esta niña ya creció. De sus 49 centímetros y 3.08 kilos pasó a los 14 años con 1.70 m de estatura y con los mejores ingredientes que puede tener una adolescente: curiosa, consciente, determinada, abierta, sabia, alegre (sí: muy alegre). Y tan amada. En este momento como ansias por que salga de su habitación y encuentre esa enorme carta en su puerta. Como ansias por abrazarla y celebrar que hace 14 años ella me regaló el momento más feliz de mi vida.

Llama en el Festival de la Palabra

El Viernes 23 me toca (Sala de Usos Múltiples de la Escuela de Letras de la Universidad de Sonora) 09:30 Registro de participantes 10:00 Inauguración 10:15 Presentación de libros: Juan Manz: Apuntes críticos A ras del limbo de Federico Corral Vallejo; Esto no es una pipa de Claudia Reina; Léxico universitario de Francisco González. 11:00 Lectura de obra: Miguel Méndez, Norma Alicia Pimienta, Laura Delia Quintero, Silvia Rousseau. 11:45 Presentación de libros: Laberintos encerados. Antología de minificciones por Carlos Moncada y Esteban Domínguez; Tardarás un rato en morir de Imanol Caneyada; Tiempo de silencio, tiempo benigno de Gloria Barragán. 12:30 Lectura de obra con: Alba Brenda Méndez, Guillermo Munro, Armando Zamora, Margarita Oropeza, Rubén Meneses. Receso 16:00 Lectura de obra con Ismael Serna, Cristina Murrieta, Pina Phillips, Blanca Rosa López, Vilma Pérez Cervantes. 16:45 Presentación de libros: Llama , de María Antonieta Mendívil; Linderos alucinados de Carlos

Jueves 22 de octubre

Festival de la Palabra Jueves 22 (Auditorio de la Sociedad Sonorense de Historia) 17:00 Lectura de obra: Josué Barrera, Carlos Valenzuela, José Luis Barragán, Martín Piña. 18:00 Lectura de obra: Manuel Parra, Miguel Ángel Bonillas, Ignacio Bússani, Francisco Morales. 19:00 Presentación: La visita. Un sueño de la razón , novela histórica de Agustín Ramos . Presentan: Gerardo Bobadilla, Javier Munguía. Organizan: Escritores de Sonora, A.C. y Editorial Garabatos

Bitácora literaria de fin de semana

-Terminar el capítulo 11 de la II parte de mi novela. Recordé lo que me dijo un amigo de Mariana que todos los días se sube a mi coche mientras la espero a ella a la salida del colegio: "Dice Mariana que lo que escribes es muy triste". No supe qué responder. Pero al terminar el capítulo 11 lloré y lloré. Sí, es triste. Es verdad. No sé qué más podría responder. -Revisar la I parte de la novela y hacer anotaciones. Ya tengo la suficiente distancia con esta parte como para poder eliminar enormes fragmentos, anotar al calce "¡No me gusta!", "¿Qué es esta redacción?", "¡Gulp!", "NOOO" y para sentir baches, tropiezos, inconsistencias. -Tomarme un tequilita, mientras pienso en el capítulo 12 y los últimos hilos que me quedan por atar hacia el final.

Escritores de Sonora y Editorial Garabatos invitan

Les iré pasando el programa día con día, pero mientras les aviso que Llama será presentado el viernes 23, a las 16:45 , en la Sala de Usos Múltiples de la Escuela de Letras de la Universidad de Sonora. Habrá libros a la venta. Ahí nos vemos.

Mayoría

A los 18 años se les puede llamar mayor de edad, porque ya no dependen de uno, ya no están clavados en nuestro corazón o sienes como una rémora persistente. A los 18 se van. Responden ante las leyes, tienes su propio ID. Pueden deambular por ahí, lejos de uno. Hace 18 años ella murió. Y 18 años después sigue clavada en mi garganta, persiste su ausencia a donde voy. Por más que la llame y la necesite y la piense, sólo me sigue la rémora de los recuerdos que me salvan de la ausencia, pero me alejan cada vez más de ella. A los 18 años de su muerte no hay ley que me explique por qué una madre muere a los 49 años antes de que su propia hija pueda ser madre; que me explique por qué 18 años después no se va, aquí sigue: el hueco. El hueco. El hueco.

Bravo todo

Da gusto todo. Ver la novela de Eve Gil en las mesas de novedades de las principales librerías de México, ver la hermosa portada que le hizo su hija Victoria, saber que anoche mi sobrino Dante alucinó en la presentación de este libro en Tijuana. Ver esto. Todo esto.

Personajes en acción

Cuando inicio un capítulo nuevo de mi novela tengo las mojoneras que debo pisar, como el camino de piedras que uno construye sobre el fango. Pero luego al caminar lucho contra mis propias taras. Siempre existe un peligro cuando escribo: que los personajes se metan en sus introspecciones y la acción no avance. Entonces me repito: acción, vida, lo demás es añadidura. Y por lo general esa añadidura debe provenir del lector. Entonces cierro los ojos ante la pantalla. Me pierdo en la música que elijo para esa acción (como una banda sonora de la historia) y mis personajes se mueven solos, me dicen dónde les gustaría actuar. Escribo y sé exactamente cuándo ellos se sienten cómodos ahí. La escritura fluye, la imaginación se despierta y edifica y conecta a los personajes en relaciones entre sí o su entorno. Estas conexiones no están en mis mojoneras. Es lo que he explicado con la imagen del tejido en la cara reversa de la tela. Mientras más portentosa sienta esta fluidez, más claro tengo el mi

Temporada de cultivos

Eureka, encontré el meollo del asunto en la terraza de Starbucks, 7 am, café latte con doble shot de expresso, notas en mano. Trabajaba en mi proyecto "Serie roja" y de repente las piezas tomaron sentido y un equilibrio natural, como un arco romano erigido sin argamasa, sólo con el poder de las leyes de atracción de los cuerpos y de equilibrio por gravedad. Esto es, me digo. Termino mi latte y me voy directo a la agencia fiscal para cumplir con otras leyes. Ana, mi mano derecha e izquierda en cuyo sentido común tanto he confiado, ayer firmó un papel donde ambas aceptábamos (yo como contribuyente y ella como mi representante legal) que teníamos un adeudo por tenencia, que ambas conocíamos y del que habíamos sido avisadas anteriormente, y que autorizábamos procedieran a embargo de propiedades si no pagábamos de inmediato. ¿A poco?, me pregunté al leerlo y enterarme de que debía. ¿A poco?, me respondió Ana cuando le expliqué lo que había firmado en mi ausencia (ausencia tota

Llegar a San Fernando por Beirut

In the hall I heard your faints falling, your trial and my corrections made. You have all the prayers of my loose heart. You have all the prayers of my loose heart. No I was not there on the church stairs. The wind in my hair, a flood through my tear. [Beirut tiene esta canción que, por errata, se llama guyamas sonora . Hoy espero que Olaf no atrase los avances en la reconstrucción de Guaymas]

La nostalgia no es literal

Hemos perdido tanto: la capacidad de discernir, de jerarquizar, de sorprendernos, de indignarnos, de idealizar, de rebelarnos, de romper, de criticar, de opinar, de acertar, de equivocarnos, de sostener, de buscar congruencia. Hay un cinismo atravesándolo todo: la literatura, la música, el arte, la política. Por eso cuando veo, escucho o leo algo que recupera la nostalgia, construyo una choza y me quedo ahí. La nostalgia es recuperar el alma de la pérdida. Ahora que escribo sobre pilotos fumigadores, arraigados en el mundo rural, quise retomar la música norteña. No pude. La nostalgia por esos años de mi niñez no se reflejaba en las notas simples y festivas de esa música. Lejos de recuperar esos recuerdos me expulsaban de ellos. Aunque era la música que se escuchaba entonces, mis recuerdos no habitaban ahí. Desistí. Pero me topé con este grupo, Beirut, y su álbum “March of the zapotec”. Recordé claramente las fiestas con la banda sinaloense, los metales retumbando en mi pecho, azotánd

Voltear a ver a Brasil

Las fotos de un Lula de cara enrojecido abrazando al emocionado Pelé lo confirman: Río de Janeiro es sede de los Juegos Olímpicos 2016. No puede pintar mejor para Brasil. Ya Dilma Rousseff, la precandidata a la Presidencia de Brasil y mano derecha de Lula, lo decía: "En 2014 no vamos a reconocer este país", al referirse a los proyectos a mediano plazo que tienen para su nación que convocará elecciones en 2010. Si en el 2014 hay proyectos transformadores, imaginen ustedes cómo se detonarán de cara a los JJOO dos años después. Y da envidia. Da envidia que en plena crisis financiera Brasil haya prestado al Fondo Monetario Internacional 10 mil millones de dólares. Da envidia que mientras caigan las tasas de empleo en todo el mundo, Brasil cierre el 2009 con un millón de nuevos empleos. Que mientras otros países se colapsan e incluso se declaran en banca rota (como Nueva Zelandia), Brasil cuente con reservas estimadas en 220 mil millones de dólares y con una irreductible sensib

En el campo de juego

En la recta final de mi novela. Tengo todo un esqueleto: información, investigación, apuntes, escaleta, fotos de aviones, testimonios de pilotos, entrevistas. Y cuando sólo tengo como título de capítulo "El piloto y el macho cabrío", puedo habitar ese espacio imaginario. Imaginar la lucha de los macho alfa en el campo de guerra: los ejidatarios, los socios en una empresa, los fabricantes de los aviones, el mismo dueño de la flota. Y las sutilezas, el hilo fino, ese que se teje por detrás de la urdimbre aparente, van apareciendo y ocupando el imaginario y la escritura de la autora. Al final del fragmento, me cuestiono: ¿"El piloto y el macho cabrío" o "El piloto y el demonio"? Macho cabrío: la virilidad y los juegos de poder, el aquelarre y los demonios en juego.

Quiero una ventana

Ayer por la noche el zapping me permitió volver a ver fragmentos de la pelicula sobre Sylvia Plath ( Sylvia , dirigida por Christine Jeffs). No es de la atracción-rechazo que me causa la Plath, ni de todo el drama con Hughes de lo que quiero escribir. Sino de la mesa de trabajo, siempre contra ventana, que aparece en la película: frente al mar, frente al campo. Y pienso en que eso me haría elegir una casa en un futuro: una ventana donde pueda estar mi mesa de trabajo, una ventana por donde pueda deslizar mis palabras, mi imaginación, mi ritmo interno, mis encabalgamientos, mis silencios. Pero aunque no es de eso de lo que quería hablar, no puedo evitarlo: ¿no es una especie de ironía que wikipedia le dedique un perfil amplio a Sylvia Plath , mientras que lo acorta para Ted Hughes y lo omite para Assia Wevill ? Bueno, pero vuelvo a lo dicho: quiero una ventana para colocar contra ella una mesa de trabajo, por donde...

Un mapa poético en oferta

Además de ganga, imprescindible. Si hacen click a la imagen todo se ve más grande, hasta mi fotito arriba. Sexta mujer de izquierda a derecha.

Simples conclusiones

En este último viaje, entre el vagabundeo por librerías y el trabajo sosegado en el jardín, pensaba en que mi aprendizaje no ha sido libresco, sino a través de los seres humanos. Y me interesa más lo humano que otro objeto de conocimiento: más que la teología me importa la sicología de la religión, sobre un libro me atrae más la conversación cara a cara con una persona. Lo que reflexiono tiene que ver con aquello que vivo a través de otras personas, junto a ellas. Cada persona ha dejado una impronta en mí. Unos enseñándome la disciplina, otros la apuesta por salir de mis barreras (mentales, sensoriales, oficiosas, espirituales), otros el perfeccionismo amoroso en el trabajo, alguno más el rigor ante la pasión. Me interesa más el mundo que la escuela. Me interesa más una biblioteca personal que la librería más vasta. Me interesa más compartir la experiencia y dificultad en el ejercicio de escribir que citar frases como si ostentara joyas.

Una revelación la tiene cualquiera

Querido Nacho: Por si acaso tu agencia Montegro Publicidad sigue llevando la cuenta de Jumex, aquí te envío una propuesta de guión para la campaña "Mi historia con Jumex". Aparece en primer plano un hombre regordete vestido de blanco con un crucifijo ajustado en su cuello grueso. De fondo se ve un avión de Aeroméxico. Él, muy sonriente, empieza a narrar: Recuerdo una vez que volaba de regreso de mis vacaciones por Cancún, le pedí a la azafata un jugo de manzana. Me entregó una deliciosa lata, de Jumex, claro. Y estaba tan rico tan rico tan rico el jugo, que le pedí otro más. Ya con las dos latas en mis manos, y mientras esperaba a que la azafata regresara a recoger la basura, se me ocurrió: "¿Qué tal si secuestro este avión ahora y digo que estas son bombas?, ¡Va!", entonces que tomo las dos latas como si fueran bombas, y que les empiezo a gritar que eso es un secuestro y que... Nunca olvidaré ese día: las fotos de los periodistas, las cámaras de televisión, mi foto

Y una tristeza

Crecí en Guaymas . Desde los 7 a los 16 años viví ahí, en la libertad del mar, de la gente abierta y desprejuiciada, entre los edificios antiguos del centro, en el malecón, en los enormes corredores de mi colegio y en sus ventanales desde donde se avistaba el mar y la cúpula de la iglesia de San Fernando. Ahora veo fotos: el centro anegado por un espejo inmundo de aguas chocolatosas y la cúpula de San Fernando colapsada. Pienso en sus vitrales que dejaban pasar la luz marítima. La dignidad de un templo que se levantaba alegre entre el barullo de carnaval o en el sopor del verano. Pienso en el panteón que siempre se inundaba con cualquier lluvia mediana. Tanto que mi madre no quiso nunca más la tumba de mi hermano ahí y la movió a una colina donde el agua no lo alcanzara. El agua inundando a los muertos no es tolerable. Mucho menos inundando a los vivos. Mucho menos destruyendo aquello que queda alto, de cara al cielo, como los vitrales de San Fernando. * foto facilitada por Lupita Ra

Dos alegrías a compartir

Iván Figueroa ganó el Premio Nacional de Poesía Clemente López Trujillo dentro de la Bienal de Literatura 2008 -2009, del estado de Yucatán. ¡Se antoja su libro! Y mi paisano de terruño, Juan Manz Alaniz , recibirá de La Casa del Poeta Peruano la Medalla al Mérito , un reconocimiento a treinta años de labor poética y promotoría cultural.

La nota que me hace el día, además de la lluvia

Aaaahhh, este es el tipo de noticia que me gusta leer, es el tipo de cosas que me gusta que pasen: Sí, ésta , aquí: Una necesidad, una idea transformadora, una comunidad que se une a los artistas para llevar a cabo el proyecto, artistas indagando en la condición humana y renovando el lenguaje de lo sagrado, piezas efímeras que como las oraciones perviven de otra manera más allá de su enunciado, la Iglesia abriéndose a las expresiones actuales del arte. Suspiro: qué ganas, qué ganas...

Como si

Hoy domingo comí sola. No comí como si estuviera acompañada. No comí como si... Comí porque yo. Porque soy. Porque me place comer. Abrí la mejor botella de vino que tengo. La que guardaba para cuando, por si. Puse a Coltrane. Y pensé que los placeres son personales. Algunos se comparten. Pero son personales. Soy yo la que disfruto la comida con mis papilas, con mi olfato, con mi vista. No con las de otro. Y pensé que escribir es así. El placer de encontrar las palabras para contar una historia, encontrar las estructuras para servirnos de ellas como de peldaños ascendentes. El placer de contar y ocultar. Ese equilibrio en un juego personal donde están en juego los límites propios. Luego esos placeres devienen en otros. Compartir: la comida, el vino, el placer, la escritura, la música.

Ortografía compulsiva

Desde hace más de un mes he dedicado casi toda mi jornada laboral a corregir textos. Intercambiar la v por la b, y la b por la v, la c por la s o la z, la y por la ll y viceversa, poner y quitar acentos, comas, puntos. Los punto y coma nadie los usa, así que más bien parece un capricho excéntrico distribuirlos entre la sintaxis, una mala costumbre en desuso. Por eso me he sentido acompañada, parte de una extraña estirpe y comprendida cuando leí esta nota. Ese frenesí que siento al corregir lo encuentro neurótico y, claro, patológico. Junto a la ira por faltas graves y pequeñas de ortografía, viene un placer al corregir, un placer casi sádico, debo reconocer. Las teclas del delete , del suprime , las flechitas para desandar el camino y volver a empezar sin error alguno son como pellizcones a todos esos malhadados que dejan en el mundo su basura gramatical y ortográfica. ¿Pero qué se creen? Esa compulsión por corregir y corregir me lleva casi a más allá de los confines de la pantalla y

Próximamente

Estoy en la recta final de la edición de andante26 , número 12 y tal vez el último número de esta etapa (esperemos que el esfuerzo siga). Lo dediqué a la nueva generación emergente de poetas: Julián Herbert, Jorge Ortega, Luis Jorge Boone, Amaranta Caballero, Rocío Cerón. Faltó María Rivera, que estaba invitada, pero por causas de fuerza mayor no pudo finalmente integrar el material. Y falta de mencionar a Adán Echeverría: como prenda de los poetas que siguen. Cada día me trae el gozo de leer sus trayectos poéticos , esculcar entre sus palabras, tratar de descifrar sus búsquedas, releer sus entrevistas, bucear en sus bio-bibliografías. Y recibir a otros caminantes: ensayistas, pintores, editores, escritores, historiadores que se unen al número. Antes de que inicie septiembre podrán ver la edición. Invitados están.

No hay nada como esto

-trabajar en pijamas con una compu (mi compu) más rápida -avanzar un 65% en mis faenas con letra palatino en 12 puntos justificada -después de decirle bona nit a su voz amodorrada y su risa nocturna con 2 horas de diferencia -después de acostar a mi hija con todo el ritual de tequieros -después de un caballito de tequila -y de sentir el cansancio hormigueando por mi espina dorsal No hay nada como irse a la cama cansada y contenta por lo trabajado. Herencias de mi padre.

De regreso

Un mes sobre piedra volcánica. Una mesa luminosa flanqueada por ventanales a oriente y poniente. Duraznos doblando los tallos suaves y flexibles. Café sonriente al abrir los ojos. Un mes para reconciliarme con mi novela. Para retomarla. Para no pensar que me cae mal sino que quiero proseguir y cumplir mi meta. Un mes de compartir Genji , la tv nocturna, las tres comidas, las caminatas, la manta que cubría nuestros pies. Un mes para que cueste más la despedida, el regreso, el verano sonorense, el bullicio, el pequeño patio encementado, la solitariedad, la distancia. Esa distancia.

Una cuenta regresiva en el tiempo

Tengo el buen recuerdo de una reseña que hicieron a Cuenta regresiva , mi primer poemario, de la que guardo un afecto especial. Primero, porque era esa época cuando en Sonora se escribía más poesía, había un vigoroso suplemento cultural y había críticos de poesía. Cuenta regresiva ha sido más reseñado que cualquier otro libro mío. Segundo, porque la reseña crítica la hizo una de las mujeres que pasó por Hermosillo y dejó una huella profunda y silenciosa en muchas personas que la conocimos: excelente poeta, discreta conversadora, lectora acuciosa. Margarita Aguilar. Tercero, porque hizo una lectura de Cuenta regresiva muy propia y a la vez muy apegada a mi intención. Era yo una muchachita de 18 años, que acababa de salir de una agorafobia trepidante, y cuyas palabras estaban sepultadas en esa introspección invisible y muda de tan profunda. No me quedaba más que poner palabras en mis sensaciones, en mis paisajes internos, en mis inquietudes, en mis sombras, en mis silencios. Para mí es

¿Intelectuales o testigos?

Hace días Eve se preguntaba por la reacción de los intelectuales ante el incendio de la guardería ABC. Y me dejó pensando mucho. Después de 5 marchas, de diversos gestos espontáneos y ciudadanos, después de la presión social ejercida no desde los medios sino desde la entraña de la gente, después de que Hermosillo (tan individualista y encerrado) salió a la calle en cantidades y expresiones colectivas nunca antes vistas, puedo responder eso que me vino primero a la cabeza cuando Eve me hizo la pregunta ¿dónde están los intelectuales?: ¿Para qué queremos a los intelectuales? La información y las críticas y opiniones han circulado de correo en correo, de blog en blog, de llamada en llamada, de facebook en facebook. Los padres de los niños fallecidos han tenido voz por ellos mismos. Las familias de las víctimas han abierto su propia web. Ningún medio ha podido ocultar lo ocurrido. Porque los medios ya no son esos espacios maltrechos o no que estaban para dar voz a los que no la tenían. Hoy

Sábado, 4 de julio

Adiós, Pina

Supe de ella por Adriana Castaños, en aquellos años en que llegué a Hermosillo y podía estar en una reunión interdisciplinaria con pintores, coreógrafos, bailarines, escritores. Aquellos tiempos en los que se hablaba del arte con pasión, con sed de aprender, con ganas de hacer las cosas juntos. Con esa apertura ingenua a mis 18 años, me lancé a investigar sobre Pina Bausch y el teatro-danza. Una chingona, fue la definición sobre Pina que me dio Adriana, con su fuerza y desparpajo habituales. Le debo muchas cosas a la danza contemporánea que se hizo alrededor de Adriana Castaños. Y entre esas cosas que le debo están las conexiones con otras artes, otros creadores. Y la conexión con la chingona de Pina Bausch.

Gracias, Diana

En estos momentos en que tiene tanto sentido el lazo que cruza por toda América y la defensa de la democracia -real y libre, no simulada-, me da mucho gusto encontrarme este bautizo de Llama en Venezuela, el agua sobre la llama.

Ahora sí

No he podido escribir sobre sus muertes. Sobre el dolor de los padres. Yo he sido testigo. Los padres, siempre amorosos y protectores, se desmoronan ante la muerte, ante la implacable muerte, de la cual no pueden salvarnos. Rozan la locura. Se hunden en una oscuridad, en un caos que no podemos ni siquiera sospechar. Respeto tanto esa tragedia que se vive en la intimidad de las familias, que no puedo ni siquiera tener palabras dulces, ni devastadoras, ni acusadoras, ni compasivas. No me alcanzan. Pero sí puedo hablar ahora cuando esta tragedia extiende sus órdenes de aprehensión contra burócratas cuya responsabilidad era tener la llave de un almacén con una refrigeración vieja y que a nadie importaba (¿a quién le importan esas placas olvidadas porque no hemos podido pagarlas?), de un bombero (¿un bombero?) de quien no importa lo que hizo en sus años de servicio sino el azar de una ruleta rusa. La red de tráfico de influencias del gobernador antes vista con cierta simpatía y hasta a

Línea de muerte

El verano. Me he puesto el verano como límite para terminar la novela. No tengo que madrugar a las 5 am para llevar a mi hija al colegio y estar en mi oficina. Mariana mañana termina su año escolar. Ya puedo desvelarme escribiendo como antes de mi quebranto de salud. O ya puedo madrugar para escribir en el silencio, con la cafeína corriendo por mis vasos sanguíneos. Así que fui a mi cuenta de zoho a barrer bien mi manuscrito, a tirar lo sobrante, lo obsoleto y quedarme con lo que quiero conservar, trabajar. Fui a mi carpeta de la novela y revisé notas, capítulos sólidos, capítulos en revisión. Sobre mi escritorio tengo una impresión completa de lo que persiste. En mi mente tengo la ebullición de esas vidas, esos pilotos, la negrura de sus miedos. En mis dedos tengo mi miedo , mi propio miedo. ¿Por qué a veces escribir aterra tanto...?

Podadora pequeñoburguesa

He terminado la corrección de estilo del libro de una historiadora norteamericana sobre las políticas para regular la mendicidad en el México del siglo XVII al XIX. Un bellísimo libro, riguroso en su investigación, conmovedor en sus implicaciones. Terminé cuando Mariana todavía dormía y Rabito tomaba el sol en el patio. Tomé las herramientas y salí al jardín a arreglar el jardín. Justo la actividad que me ha recordado tanto la jardinería (la corrección) me había alejado de ella. El seto bajo que bordea el pasillo que lleva a la puerta de casa, las benjaminas enanas bajo la ventana del comedor, la bugambilia custodiando la ventana de la cocina eran unos entes greñudos y ariscos. Ahora lucen perfectamente recortados. Me preguntan los editores si deseo salir en los agradecimientos. Respondo que no soy académica y las menciones no me aportan nada. Sólo soy una pequeñoburguesa que celebra los ingresos extra. Una pequeñoburguesa con una casa con jardín. Un jardín que me ha rescatado del a

Llamarada

Ya sé que no he contado nada sobre la presentación. Ya irá saliendo. Siempre que paso por un evento así necesito silencio después. Aislarme de eso que es inevitable, pero que no es la mejor parte de un libro. Aunque lo disfruto: la buena asistencia de la gente (alrededor de 100 personas), las lecturas tan puntillosas sobre Llama y sus comentarios positivos, el apoyo de las instituciones, la presencia y palabras del editor de Umbral, el calor de mi familia y seres queridos, los ojos atentos de mi hija, las flores recibidas, los comentarios de la gente cuando se acerca a que le firme el libro, las invitaciones para leer ante grupos de enfermos de cáncer... Y al final de cuentas lo emocionante es atestiguar la generosidad de tantos amigos que aportaron desde su voluntad para estar en la mesa del vino hasta su talento para hacer cosas como ésta .

Después de...

∞∞ Muchas gracias a todos los que hicieron posible la presentación de Llama : Instituto Sonorense de Cultura Museo de Culturas Populares Miriam Barceló Elizabeth Douriet Patricia Galaz Betty Gómez Ricardo Hermosillo Héctor Herrera Luis Herrera Edith Islas Javier López Ramsés López Jaime Madrid Victoria Martínez Juan Manuel Mendívil Claudia Peralta Claudia Salado Carlos Solís Conchita Sotelo René Sotelo Marcela Torres Jesús Valencia Y a mis presentadores: Alba Brenda Méndez, Margarita Oropeza y Jaime Soler Frost

Hoy: Presentación Llama

Agenda de hoy: 11:30 am Con Ramón Valdés en Radio Sonora 12:30 pm Con Ana Luisa Pacheco en Radio Capital 8:00 pm Presentación

Agenda Llama / miércoles 27

10:00 am en El Imparcial 1:30 pm AHORA SÍ con el Fano / XEDL 1250 AM

En una semana más...

Llama ya anda por ahí , por allá y acullá . Y también la invitación abierta: Jueves 28 de mayo 8 pm Museo de Culturas Populares (Casa Hoeffer) Y los presentadores, listos: Margarita Oropeza, Alba Brenda Méndez y Jaime Soler Frost

Poesía Isabelina 2

Pues justo cuando tengo a la otra presentadora (por el cambio de fecha Imanol Caneyada ya no pudo ser mi presentador), Rabito vuelve con su cuello isabelino. Este accesorio ¿será una especie de humo blanco? ¿el augurio de la nueva unción? No puedo dar detalles, pues pertenecen a la intimidad de Rabito, pero ha sido operado y una enorme cicatriz le atraviesa su pancita ya de por sí flaca. Nuevamente trae su cuello blanco para que no lama sus heridas. Las mías -de verlo así, triste, decaído, somnoliento por los medicamentos, desganado, silencioso, quieto- sí necesitan ser curadas y mimadas.

Antes que todo, Benedetti

12:30 pm: entrevista en Radio Sonora con Sylvia Manríquez y Raúl Acevedo Savín. Primera entrevista sobre la publicación de Llama y su próxima presentación. Llegué barridísma, cuando los conductores ya estaban al aire. Hablaban de Mario Benedetti y su muerte. La primera pregunta de Sylvia fue "¿Qué pasó entre Cuenta regresiva y Duelo de noche ?" Pero con Benedetti clavado en mi mente, con esos ojos tiernos y tristes, más bien recordaba qué hubo antes de Cuenta regresiva. Creo que Benedetti fue el autor que me hizo sentir que escribir no era difícil. Que tampoco era un afán remoto para mí. Y luego de hacer ejercicios aquí y allá, garabatos, intentos, también Benedetti me confirmó que escribir aparentemente fácil es muy difícil. Es más: que escribir es muy difícil. Y ambas enseñanzas son tan importantes cuando uno recién empieza a escribir...

Llama doble

1. Fecha definitiva para presentar Llama : 28 de mayo, 8 pm Museo de Culturas Populares (Casa Hoeffer) Comonfort y Hoeffer 2. Y la llama de amor viva... [feliz cumple al teu costat )

Rescate 10 de mayo

Hace tiempo que el 10 de mayo es como trastabillear en un escalón que no había visto. La vida transcurre de tal manera que me siento una mamá dispersa, distraída, mientras que mi hija me tiene como una mamá aprehensiva, empalagosamente cariñosa. Uniendo ambas percepciones me digo que eso sí: soy la mejor mamá que puedo ser; es decir, aceptable. Pero llega el 10 de mayo y mis pies pierden piso. ¿Qué diablos hacemos el 10 de mayo? Aunque sea una fecha impuesta, un ardid comercial, ese día quisiera ser una mujer perfectamente peinada (no con mi greña larga llena de rizos), vestida como toda mamá quisiera verte (imagino que un vestido y algún lacito por ahí) y coincidir en una mesa mi madre, Mariana y yo, y ver a mamá sonreír complacida, escucharla hablando con su nieta y presenciar con qué matiz mi hija amaría a su abuela. Y como esa estampa es imposible, trastabilleo con el escalón: ¿Qué diablos hacemos el 10 de mayo?

Premios

La Orden de las Artes y las Letras para Claudio Magris y el Reina Sofía de Poesía para José Emilio Pacheco. El de Magris es una distinción honorífica. El de Pacheco, además del orgullo y reconocimiento, le significa un monto monetario que -ha confesado, con infinita ternura y humildad- destinará a gastos médicos. Me lastima saberlo tan enfermo. Pero también pienso que esa fragilidad es un recordatorio: los premios hacen justicia a un autor al que mucha gente ama, y resuelve para los premiados problemas tan vitales. No aquellos que se resuelven en la página en blanco, sino en el cuerpo, con la vida y el dolor.

Otro arqui que me dice

Creo en mantener la mirada capaz de ver y el espíritu capaz de cambiar. Peter Zumthor, el arquitecto asceta

Extrañezas

Qué extraña sensación la de no moverse. Pasos pequeños que nos dejan en el mismo sitio, hasta no saber: a dónde nos llevará la influenza, a dónde las disposiciones sanitarias, a dónde el asueto forzado. ¿Pospongo la fecha de la presentación del libro? ¿La dejo igual? [Y ¿cuándo te veré? Te extraño].

Poesía Isabelina

Hoy me tomé un café con Alba Brenda Méndez, una de las poetas sonorenses que más respeto, para hablar de Llama e invitarla a ser una de mis presentadores. Fue una charla muy agradable en un café que desconocía cerca de palacios. Me pidió que le leyera algunos poemas, que le hablara sobre ellos. Me gusta cuando la gente que escribe pregunta por la vida, no por los libros que has leído. Me gusta que la gente que escribe se interese por tu mascota y te pregunte por qué está con el veterinario. A Rabito lo picaron hormigas , y se ha rascado tanto que se hizo una escoriación en la oreja y otra en la patita. San Pichi, el mismo veterinario que lo salvó del parvovirus, me indicó que debo ponerle este cuello isabelino que lo hace ver más aristócrata todavía, pero también lo hace sentir muy muy muy triste. Debo darle unas pequeñas pastillas que me escupe como un malcriado, aunque me derrite con su mirada de: ¿por qué oprimes mi hocico? ¿por qué me obligas a tragar esto que sabe tan amargo? Hab

Enredados

Gracias por "robar" mis poemas y exhibir el hurto aquí. Y si quieren revisar la sección Sonora del Mapa Poético de México Del silencio a la luz, que editó Adán Echeverría, pueden bajarlo aquí (a partir de la página 147).

Pues...

La llama ya empieza a prenderse .

Olga Bejano

Me entero hoy. Sucedió en diciembre y me entero hoy. Y en España no hay hora suficiente para llamar. Y aquí es demasiado tarde para llamar y decirlo: Olga murió. A esta hora no hay nadie que entienda que cuando digo " Olga murió " hay lágrimas y también hay reverencia. Mariana, su pequeña Mafalda, no está en casa. Pero aquí está esa diminuta casa de cerámica que Olga le regaló a mi hija, y que cuando ésta la veía decía: Ahí adentro vive Olga, pero sin pupa. Olga ya no tiene pupa. Pero con la reverencia le lloro. Lloro y abrazo a Maricarmen, a Mónica, a Javi e Iñaki.

Crucifijo *

Una lanza en tu costado, la corona de abrojos en tu frente y tres clavos atravesando el Misterio. La cruz conserva el halo, y Tú estás Vivo -más que aquel día en que emergiste del Jordán. Después de nuestra hora nona has prometido el Alba No comprendemos. Resistiendo nos abrazamos a tu cruz . Saeta. El Arco nos lanza a velocidades que no deseamos. Y retiramos nuestras manos de tu Fuego para ir a calentarlas a la hoguera del patio de Caifás. * Del poemario Llama ( Libros del Umbral , 2008).

Llama se va

...a la Feria del Libro en Buenos Aires. ¿Y en Hermosillo? El jueves 14 de mayo presentamos.

Porque estoy contigo este día de acomodos

Álvaro Mutis

"Nunca he vivido de mi afición literaria. Siempre he vivido de trabajos que no tiene que ver con la literatura. Claro que me sirvió para la poesía, pero no porque se parezcan sino porque al poeta le viene bien tener un mundo lo más ancho posible". Toda la entrevista tiene la gracia y peculiaridad de este poeta.

Recado a Javo

No me despedí. Ya lo sé. Soy una desalmada. Una ingrata. Pero quizá sea más lindo despedirte por aquí que con un abrazo, que con un golpe en la espalda (rudo, lo reconozco), con un que te vaya bien, cabroncito . Prefiero decirte aquí: Disfruta Chile. Sumérgete en Santiago. Aunque sea otro Santiago, peregrina por Santiago. Haz el camino árido, silencioso hasta que recuperes la palabra. Dentro. La palabra descarapelada. La palabra escocida. Lleva a Donoso en la travesía. Pero no sea con él el encuentro. Sino con esa llaga donde uno debe meter la mano: la palabra encarnada, el lenguaje desollado. La fe en el signo. La fe del escritor: que no necesita ver, sino esculcar, remover, descarnar.

Urgida

Necesito tiempo libre. Me urge. Ayer que tuve que esperar una hora en el colegio de mi hija, previa función de "Romeo y Julieta" que ella protagonizaría, pude leer ¡y terminar! un libro y escribir algunas notas en mi moleskine y pensar en la novela. No sé cuánto tiempo hacía que no podía leer una hora corrida. No sé cuánto hacía que no escribía una nota en mi moleskine. Bueno, sí, hay registro: desde noviembre del año pasado que volé a Tijuana. Pero me doy cuenta que no es una cuestión de tiempo, sino de energía. Ya no puedo comprometer mi energía como antes. Ya no puedo arriesgar mi salud. Para mí escritura no es tirarme al precipicio, ni dejarlo todo. Para mí es tener una ventana qué abrir. Y si por días no puedo abrirla, por lo menos sé que puedo mirar a través de ella.

6 años de Nit

Ya he hablado sobre Nit en este nido. Una palabra que amo, y una publicación que admiro y reconozco por insistir en la poesía a pesar de. Cumplen 6 años, así que renuevo mis votos por esa nit donde el silencio y la sombra son revelación. Generosos siempre conmigo, me invitaron a su número de aniversario . Como si regalar poesía no fuera suficiente generosidad. Un abrazo, Ivonne.

cruzamos el puente

Jardines

El fin de semana estuve arreglando el jardín, como descanso a un extenso trabajo de corrección en el que me ocupé. Pensaba que podar y desherbar es como corregir un texto. Hay un placer en sentir la fuerza del metal, el filo al cercenar, el chas que hacen las ramas al mutilarse. Podar es como corregir con las manos: inclementes, certeras, modeladoras. Y cuando podaba también pensaba en él. En el olor a la hierba herida, a la tierra desgajada, a la humedad penetrante. Las ramas que caen y cuya aroma me recuerda a él. Las palabras que caen y el aroma de las que quedan, la savia que supura, la savia que pervive.

28 de febrero

hay días marcados como las cartas que pretenden un azar que no existe. un 28 de febrero mis padres se pusieron de novios ("hoy cumplimos 51 años", me dijo ayer papá por teléfono, a pesar de su viudez). un 28 de febrero de hace 24 años murió mi hermano martín. y el 28 de febrero del año 2009 queda marcado como el día en que empezó marzo. el nostre març.

Dos de Valente

"Hay que romper la noción de contemporaneidad. Llegado un momento, el escritor tiene que hacer una opción de soledad absoluta, no tiene contemporáneos". "La poesía no sólo no es comunicación; es antes que nada o mucho antes de que pueda llegar a ser comunicada, incomunicación, cosa para andar en lo oculto". La reseña completa, aunque muy breve, está aquí .

Un día importante para una sonorense

Por primera vez en mi casa se celebró una carne asada. Fui anfitriona de mi familia en el jardín, bajo un enorme árbol, con los arbustos podados por mí, salsas y guacamole elaborados con mis manos, tomando cerveza mientras el sol se ponía. Ya me siento mayor de edad.

escribiendo la novela

estoy trastabilleando en un personaje de mi novela que es tartamudo. trastabilleo como él trastabillea con su lengua. la tartamudez es la lucha entre dos deseos: decir la verdad/ocultar la verdad. hablar/callar. ser/desaparecer. mostrar/disimular. evocar/aniquilar. y eso mismo me está pasando a mí.

Javier Sicilia gana el Aguacalientes

Me conmueve, me alegra, me hermana que uno de los poetas que más admiro en lo literario y en lo humano, haya sido reconocido por este premio. Pero uno gana más al leerlo : "Soy un poeta de una sola obsesión, que es precisamente el misterio de Dios en el alma humana, en ese sentido, es el conflicto de una alma frente al misterio de Dios en un mundo roto". "Aunque el poeta no se exprese dentro de un marco confesional tiene la función de velar, de volver a decir la palabra original que fecunda, que reestablece, que restituye el sentido, sobre todo en un mundo tan sinsentido, como el que estamos viviendo en esta época de la posmodernidad, donde el sentido se pierde" "Yo creo que el poeta, sea confesional o no, funda y refunda y permite volver a mirar el sentido ". Su poesía está en Ixtus, FCE, principalmente. Presencia desierta puede leerlo aquí .

Regreso

la luna nueva, muy baja y roja, me acompañó todo el camino. lhasa ("me acerco al fuego, que todo lo quema, la luz de tu cara, la luz de tu cuerpo"). y tú.

Vuelvo a mi querido Álamos

Este jueves 29 de enero, 11 am, presento la novela La reina baila hasta morir (Ediciones Fósforo, 2008) de Eve Gil, en el marco del Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado que organiza el Instituto Sonorense de Cultura.

Querida Marcela

Perdona que no te hable en diminutivo, como lo hace tu papá. A mí no me gustan. A él sí. Una diferencia literaria que tenemos, como tantas otras. Y es de esto de lo que te quiero hablar. Ahora tienes días de nacida y todavía no entiendes qué es eso que hace tu padre cuando te arrulla. Lo que hace es leerte. Sí, Marcela, leerte. Ser hija de escritor/a no es cosa fácil. Por suerte tu mamá no lo es. Ella sí es sensata. Ella sí está entera. Un día quizá le preguntes a tu padre qué demonios hago yo. Yo también escribo, Marcela, por eso te digo lo que te digo. Por eso quiero ponerte sobre aviso. Porque además yo también tengo una nena. Una nena a quien nunca le hablé en diminutivo, a quien no le leí antes de los 6 meses, faltaba tan grande aberración. Pero a los seis meses sí. Y sus primeros juguetes fueron libros. Y cuando salía de viaje en lugar de comprarle una camiseta de “Yo amo Guadalajara”, “Estuve en Guanajuato”, le compraba libros. Y te voy a decir: eso ahora no la hace gran lecto

Isleños

Ya quedó el capítulo 4 de la II parte de mi novela ... A veces uno escribe cosas sin saber el provecho que puede sacarle después. O puede ser que uno se mueva en un terreno de exploración donde finalmente todo está interconectado con sentido. Después de cambiarle varias veces el nombre y la nacionalidad al cuidador de la casa de mar, decidí dejarlo irlandés y llamarle Erin. Me gustó que significara isla. Me gustó que un hombre que emigra de Irlanda y encalla en una playa sonorense lleve en el nombre su origen remoto. Me gustó que tía A y él compartieran la misma lengua. Una isla es un trozo de tierra, sin embargo es más mar que tierra. Una isla es como la extremidad de sus habitantes, un soporte para sostenerse sobre el agua. Siempre es más la vocación por el mar.

Cómo saberlo

Terminé el cuarto capítulo de la segunda parte de la novela. ¿Qué es lo que me hace tirar una hoja a la basura o conservarla? Ana María Matute lo dice mejor: ¿Cómo nota que ha encontrado ese tono? Porque me va bien, porque no tengo que llenar la papelera de folios arrugados y estar diciendo qué mal está esto, no sirvo para nada; es una porquería, no me gusta nada. Cuando no pasa eso, ya sé que he encontrado el tono. Y yo diría que de paso lean toda la entrevista . Es encantadora.

mar/cielo/tierra

Una novela de pilotos explora en el cielo, en el vuelo. Pero una novela de pilotos fumigadores explora también en la tierra y todo lo que se arrastra sobre ella. Mi novela de pilotos fumigadores también quiere explorar en el mar. En un valle que está en el mar. Un valle cuya agua se agota porque se sala. En mi novela hay un anciano ajeno a ese mar cerca del valle, al idioma que ahí se habla. Ajeno al mundo de los pilotos. Ajeno a una familia. Se llama Erin. Es una isla. Sobre eso pienso. Sobre eso quiero escribir.

¿Me das vuelito?

Recuerdo que era la frase para que mis hermanos mayores le hicieran una muesca a la cáscara de la naranja y así yo pudiera pelarla por completo. El vuelito me lo han dado las vacaciones, la carretera, mis notas, mis reflexiones, charlas, recibir el poemario editado, mi nueva edad, el nuevo año, las ganas de terminar ya con esta novela. El vuelito me lo ha dado el ocio. Una hora en el secado de cabello, tiempo durante el cual tomé notas para el cuarto capítulo de la segunda parte, como si mi estilista me fuera dictando el caminito a seguir y redondear. O las mañanas mirando el techo, o a un lado o a otro, sin poder decidir levantarme de la cama. También me ha dado el vuelito este nuevo horario para trabajar por las tardes y dormir por las noches. Y por lo menos este día, mi productividad ha mejorado un 33.33%

Adiós, vacaciones

Hoy se acaban las vacaciones. Estos días que ocupo para dormir, para ver a los amigos que vienen de fuera, para reflexionar, para pasarme los días tumbada sin hacer nada, para comer y comer, reorganizarme, pensar en los proyectos del nuevo año. Para disfrutar a mi hija y su buen humor. Para pensar en mis amigos , escucharlos, compartirles, brindar por nuestras búsquedas y conquistas.