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Mostrando las entradas de septiembre, 2015

Por qué los 43

Hace un año, por estas fechas, estaba en un diplomado de comunicación política en la UNAM. Entonces pasó lo de los 43. A partir de ese día nos acostumbramos a las barricadas de la policía del DF a lo largo de Insurgentes, alrededor de la UNAM. De ver un panorama ridículamente optimista (¿Cómo puede estar tan bien calificado Peña?) pasamos al desconcierto, la duda, el trastocamiento de escenarios. El diplomado todo transcurrió bajo otro luz, otra lupa: Ayotzinapa, la Casa Blanca (y las otras), Higa, el mal manejo de crisis, la bajísima credibilidad en el gobierno, la ridiculización dentro y fuera del país, la rabia, el fin del Pacto por México. Muchos maestros nos preguntaban: ¿por qué los 43 de Ayotzinapa sacó a la calle a la gente y no los  49 niños de ABC en Hermosillo? Estoy segura que el dolor de los 49 nos rebasaba; niños, que podrían ser nuestros hijos, aparentemente cobijados en una guardería (de las que todos usamos para poder trabajar y sobrevivir en este país), muer

Sobre el desarraigo I

En una de las intensas lluvias que recientemente han azotado al DF, quedé varada en Insurgentes y con mi pequeña de tres años dentro del coche. El agua llevaba una corriente tan fuerte, que a veces el auto se movía por el oleaje que provocaban otros vehículos. Ahí, en medio de tal inundación, me sentía una náufraga de esta ciudad: si un policía me desviaba, no sabría cómo regresar a casa (tengo un pésimo sentido de la ubicación, y conduzco por memoria, no por lógica); el celular se me descargó y no podía tener el apoyo de nadie.  Pero lo peor fue observar el comportamiento de la gente. Aquí no hay lugar para la solidaridad. El problema era tal debido a la cantidad de basura que había colapsado a las coladeras; los coches insistían en darse vuelta en U donde no debían, sin importar la obstrucción al tráfico o el oleaje que levantaban a su paso. Vi una sociedad interesada en sobrevivir, no en ayudar, respetar o buscar soluciones comunes. Claramente llegó a mi mente: no perte