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Mostrando las entradas de octubre, 2009

Parte I, Capítulo I, página 1

Me reservo el 14. Desando mis pasos. Vuelvo al inicio. A reconocer esta historia. A reconocerme en esta historia. A sentir el flujo del inicio al fin, a flotar o tropezar con él. A ahogarme, a determe de un tronco salvador cuando la cauda me extravíe. Abrí la ventana de la madrugada. El frío se cribaba por los naranjos hasta mi mesa. Y dejé todo en silencio. Para escuchar las palabras, el sonido de cada palabra; para escuchar las oraciones hiladas y su música que trancurre entre vocales y consonantes. Sentir el flujo de la escritura , el ritmo de la narración, mojarme en mi oficio.

13

No es que Mariana desande años. Es mi novela. Hoy terminé el capítulo 13 y mañana empiezo el 14 y último de esta II parte. El 13 tenía sus dificultades. En la novela ya sucedió lo que tenía que suceder. No es cosa de resolver ya, ni de remediar, ni de concluir. Es cuestión de no decirle al lector aquello que él debe inferir. Es cuestión de ampliar el rango de un personaje agazapado durante toda la novela y clave en ella. Es cuestión de anudar las últimas puntadas por el revés de la tela para que la experiencia del vuelo pase de la tragedia a lo entrañable. El 14 trae su propia cruz. Pero eso es tema de otro día.

14

Esta niña ya creció. De sus 49 centímetros y 3.08 kilos pasó a los 14 años con 1.70 m de estatura y con los mejores ingredientes que puede tener una adolescente: curiosa, consciente, determinada, abierta, sabia, alegre (sí: muy alegre). Y tan amada. En este momento como ansias por que salga de su habitación y encuentre esa enorme carta en su puerta. Como ansias por abrazarla y celebrar que hace 14 años ella me regaló el momento más feliz de mi vida.

Llama en el Festival de la Palabra

El Viernes 23 me toca (Sala de Usos Múltiples de la Escuela de Letras de la Universidad de Sonora) 09:30 Registro de participantes 10:00 Inauguración 10:15 Presentación de libros: Juan Manz: Apuntes críticos A ras del limbo de Federico Corral Vallejo; Esto no es una pipa de Claudia Reina; Léxico universitario de Francisco González. 11:00 Lectura de obra: Miguel Méndez, Norma Alicia Pimienta, Laura Delia Quintero, Silvia Rousseau. 11:45 Presentación de libros: Laberintos encerados. Antología de minificciones por Carlos Moncada y Esteban Domínguez; Tardarás un rato en morir de Imanol Caneyada; Tiempo de silencio, tiempo benigno de Gloria Barragán. 12:30 Lectura de obra con: Alba Brenda Méndez, Guillermo Munro, Armando Zamora, Margarita Oropeza, Rubén Meneses. Receso 16:00 Lectura de obra con Ismael Serna, Cristina Murrieta, Pina Phillips, Blanca Rosa López, Vilma Pérez Cervantes. 16:45 Presentación de libros: Llama , de María Antonieta Mendívil; Linderos alucinados de Carlos

Jueves 22 de octubre

Festival de la Palabra Jueves 22 (Auditorio de la Sociedad Sonorense de Historia) 17:00 Lectura de obra: Josué Barrera, Carlos Valenzuela, José Luis Barragán, Martín Piña. 18:00 Lectura de obra: Manuel Parra, Miguel Ángel Bonillas, Ignacio Bússani, Francisco Morales. 19:00 Presentación: La visita. Un sueño de la razón , novela histórica de Agustín Ramos . Presentan: Gerardo Bobadilla, Javier Munguía. Organizan: Escritores de Sonora, A.C. y Editorial Garabatos

Bitácora literaria de fin de semana

-Terminar el capítulo 11 de la II parte de mi novela. Recordé lo que me dijo un amigo de Mariana que todos los días se sube a mi coche mientras la espero a ella a la salida del colegio: "Dice Mariana que lo que escribes es muy triste". No supe qué responder. Pero al terminar el capítulo 11 lloré y lloré. Sí, es triste. Es verdad. No sé qué más podría responder. -Revisar la I parte de la novela y hacer anotaciones. Ya tengo la suficiente distancia con esta parte como para poder eliminar enormes fragmentos, anotar al calce "¡No me gusta!", "¿Qué es esta redacción?", "¡Gulp!", "NOOO" y para sentir baches, tropiezos, inconsistencias. -Tomarme un tequilita, mientras pienso en el capítulo 12 y los últimos hilos que me quedan por atar hacia el final.

Escritores de Sonora y Editorial Garabatos invitan

Les iré pasando el programa día con día, pero mientras les aviso que Llama será presentado el viernes 23, a las 16:45 , en la Sala de Usos Múltiples de la Escuela de Letras de la Universidad de Sonora. Habrá libros a la venta. Ahí nos vemos.

Mayoría

A los 18 años se les puede llamar mayor de edad, porque ya no dependen de uno, ya no están clavados en nuestro corazón o sienes como una rémora persistente. A los 18 se van. Responden ante las leyes, tienes su propio ID. Pueden deambular por ahí, lejos de uno. Hace 18 años ella murió. Y 18 años después sigue clavada en mi garganta, persiste su ausencia a donde voy. Por más que la llame y la necesite y la piense, sólo me sigue la rémora de los recuerdos que me salvan de la ausencia, pero me alejan cada vez más de ella. A los 18 años de su muerte no hay ley que me explique por qué una madre muere a los 49 años antes de que su propia hija pueda ser madre; que me explique por qué 18 años después no se va, aquí sigue: el hueco. El hueco. El hueco.

Bravo todo

Da gusto todo. Ver la novela de Eve Gil en las mesas de novedades de las principales librerías de México, ver la hermosa portada que le hizo su hija Victoria, saber que anoche mi sobrino Dante alucinó en la presentación de este libro en Tijuana. Ver esto. Todo esto.

Personajes en acción

Cuando inicio un capítulo nuevo de mi novela tengo las mojoneras que debo pisar, como el camino de piedras que uno construye sobre el fango. Pero luego al caminar lucho contra mis propias taras. Siempre existe un peligro cuando escribo: que los personajes se metan en sus introspecciones y la acción no avance. Entonces me repito: acción, vida, lo demás es añadidura. Y por lo general esa añadidura debe provenir del lector. Entonces cierro los ojos ante la pantalla. Me pierdo en la música que elijo para esa acción (como una banda sonora de la historia) y mis personajes se mueven solos, me dicen dónde les gustaría actuar. Escribo y sé exactamente cuándo ellos se sienten cómodos ahí. La escritura fluye, la imaginación se despierta y edifica y conecta a los personajes en relaciones entre sí o su entorno. Estas conexiones no están en mis mojoneras. Es lo que he explicado con la imagen del tejido en la cara reversa de la tela. Mientras más portentosa sienta esta fluidez, más claro tengo el mi

Temporada de cultivos

Eureka, encontré el meollo del asunto en la terraza de Starbucks, 7 am, café latte con doble shot de expresso, notas en mano. Trabajaba en mi proyecto "Serie roja" y de repente las piezas tomaron sentido y un equilibrio natural, como un arco romano erigido sin argamasa, sólo con el poder de las leyes de atracción de los cuerpos y de equilibrio por gravedad. Esto es, me digo. Termino mi latte y me voy directo a la agencia fiscal para cumplir con otras leyes. Ana, mi mano derecha e izquierda en cuyo sentido común tanto he confiado, ayer firmó un papel donde ambas aceptábamos (yo como contribuyente y ella como mi representante legal) que teníamos un adeudo por tenencia, que ambas conocíamos y del que habíamos sido avisadas anteriormente, y que autorizábamos procedieran a embargo de propiedades si no pagábamos de inmediato. ¿A poco?, me pregunté al leerlo y enterarme de que debía. ¿A poco?, me respondió Ana cuando le expliqué lo que había firmado en mi ausencia (ausencia tota

Llegar a San Fernando por Beirut

In the hall I heard your faints falling, your trial and my corrections made. You have all the prayers of my loose heart. You have all the prayers of my loose heart. No I was not there on the church stairs. The wind in my hair, a flood through my tear. [Beirut tiene esta canción que, por errata, se llama guyamas sonora . Hoy espero que Olaf no atrase los avances en la reconstrucción de Guaymas]

La nostalgia no es literal

Hemos perdido tanto: la capacidad de discernir, de jerarquizar, de sorprendernos, de indignarnos, de idealizar, de rebelarnos, de romper, de criticar, de opinar, de acertar, de equivocarnos, de sostener, de buscar congruencia. Hay un cinismo atravesándolo todo: la literatura, la música, el arte, la política. Por eso cuando veo, escucho o leo algo que recupera la nostalgia, construyo una choza y me quedo ahí. La nostalgia es recuperar el alma de la pérdida. Ahora que escribo sobre pilotos fumigadores, arraigados en el mundo rural, quise retomar la música norteña. No pude. La nostalgia por esos años de mi niñez no se reflejaba en las notas simples y festivas de esa música. Lejos de recuperar esos recuerdos me expulsaban de ellos. Aunque era la música que se escuchaba entonces, mis recuerdos no habitaban ahí. Desistí. Pero me topé con este grupo, Beirut, y su álbum “March of the zapotec”. Recordé claramente las fiestas con la banda sinaloense, los metales retumbando en mi pecho, azotánd

Voltear a ver a Brasil

Las fotos de un Lula de cara enrojecido abrazando al emocionado Pelé lo confirman: Río de Janeiro es sede de los Juegos Olímpicos 2016. No puede pintar mejor para Brasil. Ya Dilma Rousseff, la precandidata a la Presidencia de Brasil y mano derecha de Lula, lo decía: "En 2014 no vamos a reconocer este país", al referirse a los proyectos a mediano plazo que tienen para su nación que convocará elecciones en 2010. Si en el 2014 hay proyectos transformadores, imaginen ustedes cómo se detonarán de cara a los JJOO dos años después. Y da envidia. Da envidia que en plena crisis financiera Brasil haya prestado al Fondo Monetario Internacional 10 mil millones de dólares. Da envidia que mientras caigan las tasas de empleo en todo el mundo, Brasil cierre el 2009 con un millón de nuevos empleos. Que mientras otros países se colapsan e incluso se declaran en banca rota (como Nueva Zelandia), Brasil cuente con reservas estimadas en 220 mil millones de dólares y con una irreductible sensib

En el campo de juego

En la recta final de mi novela. Tengo todo un esqueleto: información, investigación, apuntes, escaleta, fotos de aviones, testimonios de pilotos, entrevistas. Y cuando sólo tengo como título de capítulo "El piloto y el macho cabrío", puedo habitar ese espacio imaginario. Imaginar la lucha de los macho alfa en el campo de guerra: los ejidatarios, los socios en una empresa, los fabricantes de los aviones, el mismo dueño de la flota. Y las sutilezas, el hilo fino, ese que se teje por detrás de la urdimbre aparente, van apareciendo y ocupando el imaginario y la escritura de la autora. Al final del fragmento, me cuestiono: ¿"El piloto y el macho cabrío" o "El piloto y el demonio"? Macho cabrío: la virilidad y los juegos de poder, el aquelarre y los demonios en juego.