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Mostrando las entradas de abril, 2015

Amasar, moldear, estirar, quitar.

Ayer Karla Montalvo, Ana Soler y yo empezamos un taller. Estamos revisando relatos; después se incorporarán nuestras novelas en proceso. Y porque hay niños, a la sesión de taller le siguió la hechura de pizzas. O todo fue una misma cosa: amasar, quitar, moldear, estirar, aplanar, ajustar. Charlar, reír, besar niños, alejar perros. Llevar una vida en la que todo se amasa con la misma suavidad, determinación y amor: letras, hijos, parejas, amigas, alimentos, sensaciones, mascotas, vivencias, libros. Y esto que enumero, cuánto lo quiero y necesito en mi vida.   Cecilia, Santi y Karla. Foto mía.

María Elena Reverte / Casa Madrid

Hallazgo

Releyendo mi blog por una entrada que busco, busco y no encuentro, leo esto : El 2011 vendrá con mis 40 años, ese numero significa mundo, prueba. Vendrá con una gran noticia que será visible y tangible en marzo. Y con un nuevo proyecto, o con el proyecto de una nueva vida. Me refería a A ras de vuelo , a mi mudanza al DF. Pero lo verdaderamente grande, que milagrosamente cruzó la frontera entre la nada y la vida, que se hizo visible como una pequeña semilla y tangible en todo mi sistema fue Cecilia. Ella fue la gran sorpresa del 2011, el maravilloso regalo de mis 40 años. El amor incondicional y benévolo que unió a nuestra nueva familia.

NY III

Todos lo sabemos: el 11 de septiembre fue un hasta aquí y un a partir de aquí con una cicatriz profunda y dolorosa que partió al mundo. Lo sabemos: estrellar esos aviones era atentar contra el sistema financiero, contra el sistema de seguridad nacional, contra la razón estadounidense, contra sus símbolos... Tanto se ha dicho, tanto se ha escrito, tanto convenimos, asentimos. Pero estar bajo esos rascacielos me hace entender ese otro lado de la urdimbre, la psicología colectiva que se vio tocada de forma traumática. Esta civilización erigió esos edificios interminables, que se mantienen en pie como gigantes; esta civilización aprendió a vivir a los pies de esas bestias que han sido domesticadas por el canto de la gente que abajo va y viene, charla, trabaja, duerme. Era un pacto respetado por generaciones: nosotros los erigimos y habitamos, ustedes nos protegen y respetan. Y un día ese pacto se rompió. Lo inesperado sucedió: el colapso de dos gigantes, la tragedia, la muerte, el

Coincido como lectora

"Mucha de la literatura de ficción que no me gusta pretende no ser un libro, trata de absorberte y transportarte a otro mundo y se supone que tienes que olvidar que estás leyendo, y que eso te tranquiliza. Yo quiero que el lector ponga a prueba si la construcción de esta novela le parece real o correcta, y que nunca olvide que es un libro. No me interesa el artificio que está diseñado para borrarse. Quiero que el lector y el escritor piensen sobre la manera en que el significado está siendo construido".  Ben Lerner, en entrevista con El País .

Lo quiero