Al ir en búsqueda de una estética en todo este camino por las caligrafías, he tenido que leer no sólo de literatura, antropología, sociedad, sino sobre espadas, samurais, y ahora me veo indagando en la moda. No como un placer escapista, sino porque he encontrado a un diseñador japonés, Issey Miyake (Hiroshima, 1938), que trabaja bajo el principio del origami, pero a la inversa. Mediante la matemática aplicada, diseña en computadora figuras tridimensionales que se convierten en bidimensionales: los dobleces y cortes sobre la tela después de convierten en faldas, vestidos con formas geométricas sofisticadas. Para ver este proceso estético, pueden sorprenderse aquí . Es una forma de asimilación de una cultura que es propia. Yo constantemente lucho con mi racionalismo occidental, del cual quiero liberarme en este proyecto.