Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de marzo, 2006

18. Aterrizaje después de un largo vuelo

Buena señal es si la novela va por delante del blog, generando páginas, fluyendo, mientras la bitácora se detiene. Me imagino que los pilotos llenan su bitácora hasta que regresan a tierra después de vuelos largos, vuelos cortos. He dado un vuelo largo. El segundo capítulo va a un ritmo que sólo lo detiene alguna cena especial, alguna escapada al cine. El segundo capítulo se intrinca en los conflictos que ya generaron los personajes en el primer capítulo, con sus dramas nuevos, y con la problemática histórica de los años setenta. Gabriel ya ha decidido apoyarse en Pedro para salvar su patrimonio cuando se entera que tiene leucemia; su hermano, el Pelón Mayor, pronto encontrará invadidas sus tierras, lo que complicará el papel de Pedro, pues los aviones serán el botín a pelear en la familia. En eso voy. Compré un corcho enorme, y lo puse cerca de mi mesa de trabajo. Coloqué fotos de aviones fumigadores, jóvenes pilotos recibiendo instrucción, con esas risas heroicas que tienen todos

17. Vuelta de página

Ya terminé el primer capítulo de la novela. El primero de tres. Sé que requerirá mucho más trabajo. Pero regreso al dilema del FONCA: ¿el compromiso es entregar avances o corregir? El capítulo dos es como el agua contenida en el aspersor de una manguera. Ahí está el flujo, la presión, la disponibilidad a la mano. Pero hay que administrar la historia. Este narrador avec se divierte, vaya que sí. Y anda buscando desde qué perspectiva contar este hecho tan esperado por 60 páginas: el momento en que Pedro por fin vuela. O desde qué tantos narradores con personajes puede abordarse la historia, de tal manera que nos dé un panorama completo de ese hecho culminante. Pero aquí tengo una observación de cómo se ha modificado mi narrador y lo que entiendo como hecho culminante. Pues resulta que en mi escaleta había un hecho totalmente secundario, que tenía tan poca importancia que no atiné ni siquiera a quitársela. Pero cuando conté el hecho desde los ojos del narrador-con-Daniel –es decir, los oj

16. Mis malos hábitos narrativos

Una amiga ( http://hiedravenenosa.blogspot.com ), me involucró en una de esas cadenas para enumerar 5 malos hábitos. O no sé si son simplemente hábitos, o hábitos extraños. Y tampoco sé –ahora que me pongo a pensar- si todo hábito tiene algo de malo o de extraño. Me comprometió el 2 de febrero. Y como ven, no he cumplido, y no pensaba hacerlo, sinceramente. Perdona, hiedra preciosa (ya ves que está de moda el halago). Tengo por hábito no atender cadenas, tests, chistes ni esos insufribles pauerpoints de “autosuperación”. Fue fácil incumplir pues ella estuvo convaleciendo de una cirugía y fuera de ciber-reclamos, pero hoy regresa a su trabajo, y siento gachito no haberle cumplido. Bueno, aquí podría sospecharse un segundo hábito: cuando alguien me pide algo, cumplo o no cumplo previa explicación, pero -por hábito- no dejo nunca el espacio en blanco a ninguna solicitud. Como este blog se ha reconvertido en una bitácora literaria, y mi novela me tiene obsesionada, escribiré mis 5 malos h

15. Brincos diera

¿Cómo puedo dar un salto en el tiempo? Le pregunto a Lety, y me responde: Cambia de capítulo. Pero quiero otro tipo de salto. Menos elemental. Un día me siento y escribo algo y salto con la naturalidad con que se brinca un charco. Pero cuando vuelvo la vista atrás (cuando releo pues) me aterro: ¿Qué hice? ¿Cómo pude dar un salto al futuro y continuar mi narración en presente? ¿Es posible eso?: Sí, dice Letty, se llama “prolepsis”. Navego para buscar definiciones: Prolepsis (del griego prolambanein, anticipación). Construcción gramatical que consiste en colocar un elemento en una unidad sintáctica anterior a laque le correspondería lógicamentePROLEPSIS. ANACRONÍA consistente en un salto hacia el futuro en el TIEMPO DE LA HISTORIA, siempre en relación a la línea temporal básica del DISCURSO novelístico marcada por el RELATO PRIMARIO. Le doy estas definiciones a Lety y me objeta: No, no; todavía no me convence. Hablo con Karla, mi amiga becaria del FONCA . Le enseño el fragmento. “No es p