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Mostrando las entradas de febrero, 2008

Esmeros

"El esmero es la única convicción moral del escritor", Ezra Pound acuña la frase. La palabra única me incomoda. Pero no dejo de coincidir con la frase. Ya como búsqueda personal creo que ese esmero nos corresponde a todos los seres humanos en todos los ámbitos. Además tarde o temprano acabamos atrapados por nosotros mismos. Ayer que surtí mi despensa verde, fui presa de mi esmero arrebatado y vacié el refrigerador, lo limpié y desinfecté, mientras escuchaba a todo volumen a "death cab por cutie", pensaba en la novela (la relación de tío Gabriel con la música). Siempre hay una recompensa al esmero: un buen lector o, como anoche, una cerveza negra escarchada y la mirada de Rabito a través de los obeliscos peludos de sus cejas.

28feb

La palabra accidente lleva en sí una colisión. Letras que se obstruyen, se repiten, que crujen. Por eso la sola palabra pronunciada ya es mal augurio. Luego llega la palabra muerte , opaca, hueca, un vacío sonoro. La palabra hermano acompañada de accidente y muerte es una mordida en la entraña. Una pócima cruel en la sangre. Era un jueves, como este día, 10:15, 1985, un valle hoy lejano, una memoria transformada pero que igual cruje, igual ahueca, igual lastima en la entraña.

Periféricos

La tradición de JUS en las letras e intelectualidad mexicanas es de esas que suelen borrarse en las Summas literarias, y que sin embargo marcaron su impronta. Ahora JUS se revitaliza con una colección de jóvenes narradores. En esa colección están a punto de publicar a dos jóvenes escritores sonorenses: Eve Gil y Josué Barrera. A Josué le fue dictaminado un cuentario, Pasajeros , y a Eve Gil una novela de ciencia ficción. De igual forma en que la tradición católica detrás de JUS ha sido ignorada, también lo fueron las letras escritas desde la periferia, el interior o la provincia (ninguno de estos términos acaba gustándome del todo). En los noventa y antes de esa década era muy remoto pensar que escribiendo desde Sonora podía lograrse una publicación nacional. Por fortuna, esto ya no es así. Hoy casi podemos pensar que escribiendo y persistiendo podemos tener una parcela, más grande o más chica, dentro de las letras mexicanas. Eve Gil ha sido la puntera para la generación que actua

Marian / Ana / Mariana

Hoy operan a Ana. A las 12 pm. Así que desde ayer no fue a casa. Y anoche se nos acabó el gas mientras hacía cena. Pensé que será difícil reponer el tanque, porque Ana no estará para esperarlo. Pienso en la cocina y en el boiler. Entro en pánico. Mariana me dice: "Está claro que el equilibrio de esta casa depende de Ana". Entonces le hablé a Ana. Para desearle suerte y tranquilizarla. Decirle que iré a visitarla esta tarde, que yo iré por ella cuando la den de alta. Preguntarle si necesita algo. Y para callar que la queremos y que estaremos al pendiente y que todo saldrá bien. Luego cuando cuelgo, me digo: Un momento. Y veo que yo también tengo mi parte en esta casa. El otro tanque de repuesto está lleno. Cambio el tanque. Enciendo la estufa. Pronto vuelve a oler el guiso que le preparaba a Mariana. Enciendo el boiler. Tomo un baño caliente. Y toco mi albornoz suave y perfumado. Y cuando salgo Mariana ha lavado los platos. Y me digo que Ana, Mariana y yo hacemos un buen eq

Todo lo es y sin embargo no

No sólo el lector estándar pregunta si la novela que has escrito es autobiográfica, sino también periodistas de la fuente cutural. Eso ha pasado con Duelo de noche y lo veo venir con la novela que ahora trabajo. Estoy construyendo una ficción, historias que nunca existieron, personajes que nunca vivieron, pero el simple hecho de que en mi familia haya pilotos fumigadores me vuelven sospechosa. ¿Por qué ese morbo de saber si lo que leíste existió en la realidad? Adoro la frase que dijo alguna vez Doris Lessing: "Toda novela es autobiográfica y, sin embargo, ninguna lo es". Así la sensación bajo el eclipse, la visión del pasto seco y delgado moviendose por el viento y emblanquecido por la poca luz de la noche, está en un fragmento de la novela. Pero no estoy yo, no está mi hija al lado, no está su vida frente al eclipse, no estoy yo con la tranquilidad de ver a esa gran niña junto a mí: aguda, bella, divertida, madura.

I burn for you

Inicié La novela de Genji de Murasaki Shikibu recomendación de Cristina Rascón. Y también de Marguerite Yourcenar, que ha dicho "No se ha escrito nada mejor en ninguna literatura". Esta novela escrita en la segunda mitad del siglo X, está ya editada en castellano por Ediciones Destino en dos tomos. Uno lo compré en El Péndulo de Santa Fe. Y el otro en la Rosario Castellanos (FCE) de la Condesa. Elegí como separador uno metálico, dorado, con motivos japoneses e hilo rojo. Hay libros que no solo arden al leerlos. Sino simplemente al imaginar leerlos.

La receta

Escribo un poco todos los días, sin esperanza y sin desesperación Isak Dinesen La mudanza de oficina ha traído sus regalos: además de la privacidad, el sol, los árboles, la amplitud, la luz. También encontré entre mis papeles esta frase que alguna vez apunté, no sé de dónde, y que describe el espíritu con que cada día me siento a escribir.

para lo que sirve el eclipse de luna

Dicen que el eclipse de luna sirvió para medir el efecto de las mareas, la relación gravitacional entre la luna y la tierra, las órbitas de sus movimientos. Pero también sirvió para que Mariana y yo fuéramos por hotdogs y nos estacionáramos en descampado, bajo el cielo inquieto y envolvente. Sirvió para ver el movimiento de los pastizales blanqueados por la luz lunar y escuchar los insectos que nadie ve. Para ver a la luna mutilarse frente a nosotras. Para saber que lejos de aquí, alguien en su jardín observaba la misma luna roja, con una quesadilla en su mano, la misma mano.

Decir no

Ayer me avisó que desistía de terminar su novela. Pude haber sentido tristeza. Su retomar el camino literario de repente desbarrancado. Las historias que tan bien conozco, en el limbo del hubiera. El dolor que esa escritura generó mientras, dejando ruinas, como una guerra devastadora pero nunca ganada. Preferí hurgar en esas charlas después de sus caminatas por la playa, donde los personajes y sus vidas se iban entretejiendo. Recordar las larguísimas charlas por el celular, él andando en bicicleta y yo en mi hora de comida, sobre la estructura del libro, su inmersión en los personajes, la literatura. ¿Qué vale más? ¿Esos momentos y la felicidad en ellos? ¿O un libro ya terminado? Le digo que la literatura no es tan importante. Sólo importa, en todo caso, si uno se salva en ella. No pasa nada si esa historia no se escribe. Nadie muere. Nadie se pierde. No pasa nada.

Clau

Claro que la altivez puede ser tierna Y una mujer de casi 1.80 m puede ser frágil como una niña Y esa niña puede tener la resistencia de una roca Y esa mujer altiva puede ocultar su edad Y esa niña de casi 1.80 puede no tener edad Lo juro: yo la conozco, es mi amiga, hoy cumple un año más O mejor: ninguno

Estrenando

Ventana a jardín Limonero matizando el sol Luz soleada Espacio propio y privado con pared verde Ecos Sensación dentro del espacio Cocina enorme Red Extensión de teléfono Dirección de ofi Ruta, rutas Tiempos de traslados Paisaje urbano

Necesito escribir

Mi cuerpo, mi mente, mi alma funcionan de tal manera que necesitan de mi escritura. Si no, soy como una chimenea con hollín, un motor sin afinación, un río revuelto y turbio. La vida se me acumula como arenillas que debo pasar por un tamiz. Me pregunto si podré decantar mejor si el cedazo resulta ser una escritura más tensa, intrincada...

Adiós, Fran

A ti, Marce, que no puedo decirte más palabras que aquellas que escribí cuando despedí a mi madre. La partida Rosario y cruz abiertos quedaron sobre el pecho. Aro por el que vivaz saltó el espíritu. La sombra del infinito ágil retoza en la habitación. Abraza. El sol da en el rostro macilento, en sus labios azules; devela el inicio de su estupor ante el que Es. No hay rastro de agonía. La sábana brusca envuelve aquel cuerpo deshabitado. Y recuerdo al Rey antes del tercer día y su temblor Con júbilo veo partir la carroza entre las siemprevivas, y el alma hacia la fiesta imperecedera.

The Boss

Hoy cumple años el jefe. El René. El que me paga por pensar y escribir El que me consagra una oficina propia para que ponga mi música y haga mis loqueras. El que me da permiso para interrumpir la jornada porque debo entregar urgentemente un artículo o un proyecto para beca. El que periódicamente se toma un café conmigo para hablar de literatura, de hijos, de vida, de libros, de sueños. El que estudió literatura y se dedica a la estrategia y a la comunicación. Mi maestro. El que busca siempre coherencia entre su vida, sus sueños y su trabajo. Mi amigo. El que renació a los 30. El que siempre va un año adelante de mí. El que permite que mis sueños no se sientan asfixiados en el trabajo. El que aguza sus propios sueños mientras trabaja. El que no renuncia. El que lee. El que piensa. El que es jefe cómplice. Amigo prudente.

Gabriel de mi mano

Tío Gabriel tiene su turno. Dejo que tome su troca, que vaya a otear el hangar donde trabaja Pedro. Pongo a un Gabriel trastabilleante, medio cojo, adolorido, memorioso. Dubitativo. Así he estado en los útlimos meses al retomar mi novela. Pero luego de escribir durante dos horas, me siento fluida, descongestionada, ligera, imaginativa. ¿Qué hago con Gabriel metido en su troca? Regresarlo. A su propio hangar. Regresarlo después de otear.

Arrieros somos...

1. Sigo desbrozando el camino: versión vieja, versión nueva, escaleta vieja, escaleta nueva, fichas todas. Puedo caminar un par de kilómetros más en la novela. 2. Depurando el archivo me encontré con: una carta que Iván Figueroa envió con sus primerizos poemas a El Imparcial y un par de poemas inéditos de Ramón Xirau, que no sé si han recogido en la antología total que acaba de publicarle el FCE (revisaré). 3. Sweeney Todd: Lo que nos espera con Tim Burton (lo oscuro, lo crítico, lo ácido, los ambientes perfectamente embonados en su contraculturalidad), unido a las letras amargas y nada complacientes de un musical que va contra corriente.

El verdadero infierno

Un papa que escribía poesía fue capaz de situar el infierno como un no lugar , sino un estado: el infierno como el vacío, la ausencia de Dios. ¿Qué puedo decir de un papa que nos ha regresado al infierno como una esenografía con efectos especiales? Hemos perdido una teología profunda. Hemos perdido la poesía.

Dating

Viernes 8feb, 10 pm: Termino de registrar nueva información en fichas para la siguiente parte de mi novela. Sábado 9feb, 5-12 pm: Leo la totalidad de lo que llevo hasta hoy. Domingo10feb, 7-11 am, 2-6 pm, 10-12 pm: Rayo la estructura de la siguiente parte. Lunes 11feb, 10 pm: a reescribir y escribir lo nuevo hasta subsiguientes días.

¡Taxi!

Al leer los apuntes y fichas sobre el conflicto agrario que permea a mi novela siento pánico. ¿Cómo mostrar esta información, sin que sea nunca el tema principal? Quiero que pase como en la vida, que en el día a día uno va al supermercado, hace comida, tiende la cama, y en cada uno de esos actos hay un impacto de la economía y política en este país. Así deseo que los personajes vivan , pisteen, trabajen, choteen, sinvergüenceen, y que en cada uno de esos actos se trasluzca el fracaso del modelo ejidal, la corrupción, las componendas entre empresarios y la clase política, las argucias que el PRI usó para aprovechar el voto corporativo de los ejidatarios, la decadencia de la agricultora en Sonora. De repente recordé que Pedro, antes de ser piloto, es taxista. ¿Y qué hace la gente en los taxis si no hablar de esas cosas?

Palabras con visa

Compré The Joshua Tree , el CD de U2. Para mí uno de los mejores, junto con Rattle&Hum y su muy temprano October . Mi editor Jaime es un curioso y apasionado por las palabras, así que se puso a investigar por qué en Estados Unidos a la yuka le llaman Joshua Tree. Es interesante ver la historia de las palabra. Cada palabra es una especie de pasaporte que tiene sellos de los destinos por los que pasa: culturas, países, religiones, climas, paisajes, lenguas. Mientras más se sepa de ello, las palabras van adquiriendo mayor volumen, jugo y precisión. La escritura se vuelve una cocina que combina platillos exquisitos, contrastados, armónicos, nutritivos.

La dificultad de encontrar NEXT

¿Qué leer después de Solitario de amor ? Esa resaca que queda cuando uno lee un libro al que ama al grado de no querer despedirse, decir adiós, cerrar. Pero ese deseo de quitarse ese estrujamiento, ese desasosiego, ese sabor acre, me hizo anoche levantarme a la 1 am al librero (mi Murokami) a buscar: next. Fui sin mucha idea de qué necesito, qué quiero. Y tomé 5 libros que abordan caminos diversos. Al final me he inclinado por el que menos esperaba: Los ejércitos , de Evelio Rosero. Una historia no complicada, un camino tampoco complicado. Bien escrita, me han dicho, me han recomendado. Breve. Un puente para volver a un libro que me estruje: next.

Cartógrafa

Me sorprende revisar mis apuntes sobre la novela; encontrar tantos apuntes y un mapa tan claro con carreteras, brechas, puentes, conexiones. Es imposible perderse. Tengo no sólo el camino ya redactado, sino las claves para volver a redactar encima, reescribir, recarpetear. Ha sido un arduo trabajo de pensar, planear, escribir. Ahora me queda un arduo afán por reescribir hasta llegar al manuscrito definitivo para Almuzara.