Mi padre estuvo 10 días de visita en casa. Fue un gran regalo para Cecilia tener al abuelo para leer el periódico, jugar a las comiditas, escuchar esa voz que habla grave hacia dentro, hacer juntos siestas improvisadas en la sala. Fue un gran regalo darle la presencia de ese otro abuelo que viene de su otra tierra: del desierto, del norte, de la aridez, de donde todo es cálido y simple.
Lo que ando incubando