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Dolor

Tengo mis técnicas para manejar el dolor. Cuando de repente me encuentra a la intemperie, como si lloviera sobre un coche convertible, enseguida me cubre una capota que me protege y aísla. Es un blindaje que me hace sobrevivir con un confortable estoicismo.

Otras veces, esa capota no aparece por más botones que intente accionar. Entonces no queda otra opción más que ésta: escribir.

El dolor que me ha agarrado con fuerza en mi interior, sale entonces, como la piedra enlodada de la profunda oscuridad de una mina. La pongo sobre la mesa. Y una vez afuera, la pulo hasta que se convierte en una extraña piedra, extraña a mí, extraña a eso que se llamaba dolor y que ahora es sólo palabra.

Comentarios

Mercedes dijo…
Bueno bella, tu le das un buen uso, en cambio YO...
Las cosas suelen cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
Anónimo dijo…
Sí, suelen cambiar, Mercedes, aunque eso no significa que se solucionen necesariamente.
Mercedes dijo…
No hay porque sufrir por cosas que no pueden solucionarse, mucho menos cuando uno ya trato de buscarles solucion.
Anónimo dijo…
qué se siente ser madre soltera?
Besitos farsante
si tu catarsis es escribir, YO LEO.
Gracias!
¿Catarsis? Prefiero alquimia. pero sí: lee :D

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