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De lo pequeño a lo inmenso


¿No existen estos casos? La iluminación en la voz del bambú.

El resplandor del corazón en las flores de durazno.

Sacerdote Dogen.



El Zen ha dejado su impronta en la estética oriental. Esa precisión en el espíritu se transmite en la tinta que expresa lo breve y lo ímplicito. "Pintas bien la rama, y escuchas el sonido del viento", decía el pintor chino Chin Nung. En la poesía la búsqueda sería no describir el sonido del viento, sino hacer que el viento corra entre los sonidos palabras

Hay otro elemento de la cultura japonesa: en la mínima expresión, expresar la mayor complejidad y grandeza. Seamus Heaney decía algo así como que la poesía debe ser capaz de mostrar la mayor visión de la realidad en la menor cantidad de palabras. Un florista, Ikenobo Sen'o, tenía esta máxima, muy sintónica con Heaney: "Un ramo de flores y un poco de agua evocan la inmensidad de ríos y montañas".

Y pienso que, además, el jardín japonés tiene mucho que decirnos sobre su visión del mundo. Los jardines occidentales son puntillosamente simétricos; el japonés, por el contrario, es asimétrico, pues para ellos la asimetría simboliza la multiplicidad e inmensidad. Sin embargo, con esa asimetría son capaces de lograr un equilibrio que no se basa tanto en las leyes físicas, sino en las espirituales.

Reflexiono en todo ello. Y voy colocando aquí y allá fotografías, palabras, reflexiones, lecturas. Y un día la tinta se deslizará y el viento correrá por las palabras.
(y en menos de una semana podré ver temblar estos brazos de durazno)

Comentarios

Dulce Carolina dijo…
Al leer este post, recorde una historia acerca del Cha-no-yu y como uno de sus practicantes mas renombrados de nombre Sen no Rikyu decia que la belleza de la ceremonia del te, consistia en parecer natural y ocultar el esfuerzo invertido en el trabajo que se realiza...
Considero que tienes razón al escribir que -En la poesía la búsqueda sería no describir el sonido del viento, sino hacer que el viento corra entre los sonidos palabras- sigo pensando en este enunciado.
Y yo me quedaré pensando en que la belleza de la ceremonia del té consiste en ocultar el esfuerzo invertido en el trabajo que se realiza y hacerlo parecer natural...

Gracias por esto que me da la pieza faltante en mi reflexión.

Saludos, Carolina :D
A. Sierra dijo…
¡Qué hermoso ver el mundo de ésta manera!
Espero que esa mirada en algo pueda transminarse a la escritura. Gracias por pasar por aquí, A :D
Dulce Carolina dijo…
Ando pregonando por todos lados,quehoy es mi muy feliz cumpleaños :) asi que este lugar que a menudo visito, no sera la exepcion. Senti que fue una especie de testimonio en fin, meramente informativo :D
Ah, pues feliz cumpleaños, ¿acuariana todavía? :D y que sientas que tu vida es un tránsito sosegado de lo pequeño a lo inmenso.

¡Abrazos de este nido!
Anónimo dijo…
Hola!
Hace poco que te leo y me está llamando la atención la literatura oriental... alguna recomendación para una principiante?

Tengo, desde hace un año, Kafka en la orilla de Murakami... es lo más cerca que he llegado y he de confesar que no lo he abierto más que un par de veces!!!

Saludos, felicidades.
Me alegra que estés pasando por aquí. Mi interés por la literatura orienal (especialmente poesía) ahora se debe a un proyecto poético en el que trabajo.

Te recomiendo lo siguiente:
"Kitchen" (la edición de Tusquets donde incluyen la noveleta "Claro de luna") de Banana Yoshimoto.

De Murakami, te recomiendo para iniciar "Al sur de la frontera, al oeste del sol" (también en Tusquets).

De poesía, Akiko Yosano, la poeta de la pasión. Una antología publicada en Hiperión.

En las novelas que te menciono está esa característica de la literatura japonesa: la sutilidad y tangencial como protagonista.

¡Suerte! :D Y espero verte pronto por aquí.

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