"Inicia mi adolescencia", nos anunciaste. Y sí, aquí estás con toda ella: con sus preguntas, titubeos, con su riada sin presa alguna, con su belleza latiendo, sus risas incontenibles y sus lágrimas igual de irrefrenables. Llega con una letra bella y desprolija a la vez, con vocaciones más claras. Otro tono de voz, otro tono ante la vida. Más vulnerable quizá, pero más decidida a caminar. Más silenciosa e interna, y más vociferante en sus formas. Me emociona observarte, redescubrirte, tomar tu mano y decir: calma, no hay prisa; calma, nadie fuera de ti te enuncia y determina; calma, calma, hay tanto por descubrir, hay tanto tiempo por delante, tanto aprendizaje en el itinerario, tantos hallazgos y tesoros, aun aquellos disfrazados de ceniza o putrefacción. Calma. Que en tu corazón nadie hable más que tú. Que ante el espejo no hable nadie más que el amor con el que te creamos y trajimos al mundo. Que tu voz interior solo se hable a sí misma con la ternura y admiración con la...
Lo que ando incubando
Comentarios
Contrario a mi costumbre de leer a pausas poesía y devorar en una noche novelas, en esta ocasión no pude menos que paladear cada capítulo pausadamente.
Y cuando quiero comentarte acerca de, más lento e impreciso me encontré. Tenía una lista de comentarios que terminarían por repetir todo el libro. Tú sabes que soy un lector y mero aficionado a enterarme de asuntos literarios, pero a mi escaso entender, en lugar de todo lo que quería decir, me vino de golpe, como cerillazo, la impresión que resume mi opinión: en esta novela eres una RULFIANA, y ya sabes lo que se dice de las comparaciones, pero esa sensación me provocó y me queda el sabor. Enhorabuena! MARIA ANTONIETA con MAYÚSCULAS!!!!!
Al vendedor de El Sótano se la perdonamos. Uno de los diálogos más ricos y emocionantes que tuve fue justo con los vendedores de piso de esa librería: lectores exigentes, apasionados, atentos.
Y me emociona igual ahora que me compartes tu experiencia de lectura. ¿Qué más desea uno al escribir? Nada, sino eso: el disfrute, las resonancias, que un lector te lea y te escriba sobre su disfrute lector.
Saludos, Coyote, a ti y a tus ángeles siempre.