Después de ver esta toma de posesión presidencial, queda más claro por qué hay que acotar el poder de la súper Secretaría de Gobernación. No puede ser que las fuerzas policiales estén subordinadas a las fuerzas políticas; no puede ser que los permisos para portación de armas las dé Gobernación y no las Fuerzas Armadas; no puede ser que Gobernación tenga esa manga tan ancha para manejar la seguridad policiaca, mientras la mano oscura mece la cuna de la represión.
Y con todo el dolor, la desilusión revivida, la incertidumbre, repito, no puede ser: EPN ya se ha colocado -él mismo- la banda presidencial.
Y con todo el dolor, la desilusión revivida, la incertidumbre, repito, no puede ser: EPN ya se ha colocado -él mismo- la banda presidencial.
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