Con Jaime he conocido en el DF a la gente más interesante y divertida, más desmontada y creativa, más relajada en sus vidas y a la vez tan apasionadas por el arte.
Cuando empiezo a apegarme a su grupo, a anclarme a un nuevo núcleo, empieza su fragmentación. Primero fue el querido Javier Barreiro; este fin de semana fue Marcelo. El artista que tenía mirada de que acaba de descubrirlo todo. Siempre atento y siempre esquivo. Siempre trabajando en algo. Siempre evidenciando esa explosión creativa en su interior. Esa que repentinamente hizo hecatombe.
Cuando empiezo a apegarme a su grupo, a anclarme a un nuevo núcleo, empieza su fragmentación. Primero fue el querido Javier Barreiro; este fin de semana fue Marcelo. El artista que tenía mirada de que acaba de descubrirlo todo. Siempre atento y siempre esquivo. Siempre trabajando en algo. Siempre evidenciando esa explosión creativa en su interior. Esa que repentinamente hizo hecatombe.
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