Ayer tuve dos entrevistas alrededor de la novela: Nohemí, una historiadora, a quien consulté sobre el movimiento agrarista que se dio en los 70, muy ligada a la revolución verde, a las expropiaciones de Echeverría. Y mi hermano Roque, quien administró la empresa de mi padre desde muy joven, y me dio un panorama completísimo. Desde la logística de los piperos, de los pilotos, de los técnicos, funcionarios y autoridades que intervienen directamente e indirectamente en el proceso de fumigación. También me habló desde su experiencia personal, haber estado en ese mundo de pilotos, pero trabajando en tierra.
La primera experiencia que me marcó en relación a los aviones, fue escuchar el estruendo del motor de un avión volando cerca. Yo no lo veía. Pero ese rugido en el cielo se me quedó atrapado como un fantasma en el pecho. Cuando mi hermano hablaba ayer de las emociones a las que te enfrentas en el mundo de la aviación, se conmovió al narrarme la sensación cuando antes del amanecer se encendían simultáneamente los motores de los 6 aviones y el fragor unísono era una sacudida al cuerpo.
Me llamó la atención la sensibilidad de mi hermano para percibir esto y eso que llamó “el mito del piloto”, que está muy presente en mi proyecto de novela: poner a los pilotos como seres superiores por su riesgo de muerte constante, por su habilidad para “elevarse” sobre la tierra. Son cuestiones muy sutiles que él me las explicó con una lucidez que me impactó.
Confirmo la importancia del inicio de la novela, describiendo esta sensación de escuchar el motor del avión, y empezar a identificar el olor de veneno, quw te intoxica el alma de tal manera que te emociona tanto como ver a un avión planeando en el cielo, y reafirmo la necesidad de reforzar este fragmento, tal como me lo han recomendado.
La primera experiencia que me marcó en relación a los aviones, fue escuchar el estruendo del motor de un avión volando cerca. Yo no lo veía. Pero ese rugido en el cielo se me quedó atrapado como un fantasma en el pecho. Cuando mi hermano hablaba ayer de las emociones a las que te enfrentas en el mundo de la aviación, se conmovió al narrarme la sensación cuando antes del amanecer se encendían simultáneamente los motores de los 6 aviones y el fragor unísono era una sacudida al cuerpo.
Me llamó la atención la sensibilidad de mi hermano para percibir esto y eso que llamó “el mito del piloto”, que está muy presente en mi proyecto de novela: poner a los pilotos como seres superiores por su riesgo de muerte constante, por su habilidad para “elevarse” sobre la tierra. Son cuestiones muy sutiles que él me las explicó con una lucidez que me impactó.
Confirmo la importancia del inicio de la novela, describiendo esta sensación de escuchar el motor del avión, y empezar a identificar el olor de veneno, quw te intoxica el alma de tal manera que te emociona tanto como ver a un avión planeando en el cielo, y reafirmo la necesidad de reforzar este fragmento, tal como me lo han recomendado.
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