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Salir de la oscuridad

Estoy leyendo un libro sobre Samurais. Ahí encontré uno de los mitos fundacionales de Japón. Caí en cuenta que lo que hace que la diosa del sol y de los cielos salga de la cueva donde se ocultó por el miedo al hermano que lo destruía todo, fue una danza obscena que se desarrollaba fuera de la cueva. Ante la curiosidad salió y fue entonces cuando la apresaron para que no se ocultara más y la realidad no permaneciera en tinieblas.

Quizá dos de las experiencias humanas que nos son más fuertes y difíciles de explicar son lo sagrado y lo sexual (y por cierto, hay vasos comunicantes muy fuertes ahí, entre ambas experiencias).

Es por eso que al escribir siempre vamos tras esas obsesiones. porque son las más lejanas al lenguaje y precisamente las queremos asir, descifrar, decodificar.

Así fue que crucé el puente: esa salida de la cueva oscura ante la curiosidad de aquello que nos es misterio.

Comentarios

Anónimo dijo…
Nunca dejo de leerte Marian,
¡te abrazo...
FA
Y es un honor para mí, Fred.

¡Saludos! (cuídate del frío)
Dulce Carolina dijo…
Y cuando alguien sale de esa cueva, sus palabras son verdaderas revelaciones...
la que no logra salir de su cueva soy yo :D no puedo evitar estar callada. ¿por qué? este libro me está representando un reto que va más allá de la energía que puedo invertirle a este nido.

me da mucho gusto verte por aquí, y saber que tienes la paciencia de pasar.

saludos :D
Dulce Carolina dijo…
yte has preguntado si es un tema que realmente te apasiona? o tienes la motivacion de las fuentes correctas?
Para mi es un gusto pasar por este tu nido :D

Saludos
Sí :D Sí no no lo hubiera acometido, y no me tuviera apasionadamente persistente en él :D

Así me pasa siempre. Pero el ritmo y los problemas de del trabajo en poesía son muy distintos de los narrativos.

Saludos, Narolika ;-) (me gusta como se oye).

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