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Este es el asunto

Que para escribir necesito soledad. La desearía, desearía también escribir. Pero el asunto es que no hay un resquicio de soledad.
Mi vida está llena desde que amanezco hasta que duermo. Pasa que la vida transcurre plena, en el calor, la alegría y el remanso que es él; en el torbellino y desafío que es mi adolescente Mariana; la ternura y curiosidad que me inyecta Mateo hacia él, su mundo, el mundo; el amor burbujeante y lleno de risa y sorpresa y vértigo ante la vida del que me desborda Cecilia.
No hay soledad. No hay vacío. No hay ocio. No hay tiempo. No hay razones más fuertes para escribir. Lo necesito, pero hay necesidades más imprescindibles ahora: ellos, todos ellos.


Comentarios

Gibo dijo…
Me gustó mucho.
Gracias, Gibo. Me gusta tu avatar. Me daré un chapuzón por tu blog. ¡Saludos!
Anónimo dijo…
A menudo leo tu blog, me gusta mucho, es parte de mis rutinas.
Trabajo desde hace 21 años en El Colegio de Sonora con Inés Martínez de Castro, alguna vez te conocí por aqui :D hace ya muchos años. Saludos, me llamo Orfilia Arvizu
Y creo que más antes, ¿89? ¿90? nos conocimos en Letras. Y coincidimos luego como mamás en la secundaria del Nuevos Horizontes. Gracias por leerme. Quisiera ser más constante por aquí, pero la vida gana, a veces. Porque escribir es irremediable para algunos.
Un abrazo y salúdame a Inés.
Orfilia dijo…
Claro que sí, yo le comento a Inés. Fijate que no recuerdo que nos hayamos visto en Nuevos Horizontes, tengo muy mala memoria, pero sí debe haber sido porque entiendo que tu hija Mariana es de la edad de mi hija Lluvia.
Sale, saludos, te seguiré leyendo y disfrutando :D
¡Gracias, un abrazo!

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