Cerrar el 2015 ha sido darle el portazo a una etapa. Otras veces he sentido que la mojonera está a unos cuantos pasos de mí, y aunque camino y camino, el punto se va moviendo a un futuro que parece inalcanzable.
Hoy puedo decir: camino y la mojonera ha quedado atrás de mí, cada vez más lejos. No regresaré.
Hoy puedo decir: camino y la mojonera ha quedado atrás de mí, cada vez más lejos. No regresaré.
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