A pesar de que mi hija ya está de vacaciones, sigo madrugando cada día para escribir, luego sigo en las noches, más levemente: corrigiendo lo anterior y planeando la escritura del siguiente día.
Anoche me quedé dormida con la lámpara encendida y, casi como almohada, mi primer borrador impreso y mi libreta de apuntes. Por la mañana encontré notas que no recuerdo haber hecho:
Mundo femenino
Construir deseo Agnes
Mirada de Daniel
Velado, no revelado
Por la mañana salté de la cama al escritorio, sin mediar con café. Después de comer pude continuar con La insoportable levedad del ser y me quedó más claro ese método de composición de Kundera: soltar en vertical hilos (sueños, acontecimientos políticos, imágenes, encuentros, obras de arte, minucias) para luego entrejer en horizontal esos hilos con las vidas de los personajes. Todo tiene retorno, todo tiene esa levedad que le mantiene flotando y ese peso que le hace sedimentarse en el ser.
Quien llame digresiones a esos hilos colocados aparentemente sueltos, que tire el libro o, mejor, termine de leerlo, para que encuentre cómo todo adquiere un luminoso sentido.
Anoche me quedé dormida con la lámpara encendida y, casi como almohada, mi primer borrador impreso y mi libreta de apuntes. Por la mañana encontré notas que no recuerdo haber hecho:
Mundo femenino
Construir deseo Agnes
Mirada de Daniel
Velado, no revelado
Por la mañana salté de la cama al escritorio, sin mediar con café. Después de comer pude continuar con La insoportable levedad del ser y me quedó más claro ese método de composición de Kundera: soltar en vertical hilos (sueños, acontecimientos políticos, imágenes, encuentros, obras de arte, minucias) para luego entrejer en horizontal esos hilos con las vidas de los personajes. Todo tiene retorno, todo tiene esa levedad que le mantiene flotando y ese peso que le hace sedimentarse en el ser.
Quien llame digresiones a esos hilos colocados aparentemente sueltos, que tire el libro o, mejor, termine de leerlo, para que encuentre cómo todo adquiere un luminoso sentido.
Comentarios
Chao.
Y gracias por pasar a maullar a este nido que pasa tanto tiempo sin decir ni pío.
:-)
Me estimula tu nota. Me gustaría adquirir tu disciplina.
Felicidades y un abrazo.
Son mazapanes de almendras, nueces, pepitas, avellanas y todo lo que puedas imaginar. Muy artesanales y te los entregan en una bolsita decorada :-)
Oye Marian, acabo de terminar de leer Otros tiempos...todavía no me recupero!!, cómo la sufrí.
¡Gracias! Ojalá me platicaras más.
En Otros tiempos, sentía los temores y las dudas que tenía la mamá de Miriam. En serio que no tenía descanso. Hasta mis pulgares tuvieron miedo. Pero también me pareció muy buena, sobre todo porque le exige mucho a uno como lector. Muy diferentes ambas, pero muy buenas también