Ir al contenido principal

Después de...

∞∞
Muchas gracias a todos los que hicieron posible la presentación de Llama:
Instituto Sonorense de Cultura
Museo de Culturas Populares
Miriam Barceló
Elizabeth Douriet
Patricia Galaz
Betty Gómez
Ricardo Hermosillo
Héctor Herrera
Luis Herrera
Edith Islas
Javier López
Ramsés López
Jaime Madrid
Victoria Martínez
Juan Manuel Mendívil
Claudia Peralta
Claudia Salado
Carlos Solís
Conchita Sotelo
René Sotelo
Marcela Torres
Jesús Valencia
Y a mis presentadores:
Alba Brenda Méndez, Margarita Oropeza y Jaime Soler Frost

Comentarios

Anónimo dijo…
Por fin la Llama fue presentada en sociedad
Felicidade Marian!´
Fred Alvarez
¡Gracias, Fred! Y te anuncio que Llama ya se está distribuyendo. Así que pronto te lo toparás. Búscalo en la librería de tu esquina ;-)
Pina dijo…
Marian:
Aunque desde un poco lejos, te he seguido a través de todos los medios.
Me alegro mucho de todos tus logros.
Recibe un abrazo afectuoso.
Pina, te enviamos saludos por la radio cuando estuve con Ana Luisa, Irisdea y Keka :D mil gracias por estar al pendiente. Pero me salta la duda, ¿qué tan poco lejos andas? Un abrazo muy fuerte.
Unknown dijo…
Marianto querida... desde este húmedo y convulsionado trópico venezolano te mando un abrazo enorme y cariñosísimo, mi sonrisa más sincera, mi admiración por la constancia de tu voz poética tan añorada por mi sed de buena literatura como la que tú produces. ¿Cómo hago para tener este maravilloso ejemplar? Envidio a los españoles y sonorenses que te leen primero. Nos falta unirnos más en estas significativas redes del arte sin fronteras. Salud, amiga! Enhorabuena!
diana ovalles
Mi querida Diana, me da mucho gusto verte por este nido. Te echo de menos. Llama por ahí andará, en librerías de México. ¿Cómo conseguiste "Duelo de noche"?, podríamos usar el mismo canal.

Un abrazote, Diana, espero verte pronto.

Entradas más populares de este blog

Cecilia, 13

"Inicia mi adolescencia", nos anunciaste. Y sí, aquí estás con toda ella: con sus preguntas, titubeos, con su riada sin presa alguna, con su belleza latiendo, sus risas incontenibles y sus lágrimas igual de irrefrenables. Llega con una letra bella y desprolija a la vez, con vocaciones más claras. Otro tono de voz, otro tono ante la vida. Más vulnerable quizá, pero más decidida a caminar. Más silenciosa e interna, y más vociferante en sus formas. Me emociona observarte, redescubrirte, tomar tu mano y decir: calma, no hay prisa; calma, nadie fuera de ti te enuncia y determina; calma, calma, hay tanto por descubrir, hay tanto tiempo por delante, tanto aprendizaje en el itinerario, tantos hallazgos y tesoros, aun aquellos disfrazados de ceniza o putrefacción. Calma. Que en tu corazón nadie hable más que tú. Que ante el espejo no hable nadie más que el amor con el que te creamos y trajimos al mundo. Que tu voz interior solo se hable a sí misma con la ternura y admiración con la...

Capomo

Alicia, la novia de mi hermano Martín , me invitó a montar. A pelo. Sin silla de montar. Yo era niña. Tenía quizá 10 años. Anduvimos por el monte, lleno de brizna seca, con el sol muy bajo y naranja. En el silencio montaraz, ella me cantaba "La flor de capomo", ¿la conoces?, me preguntó. Le dije que no, entonces me la cantó en mayo. Este es uno de los momentos más memorables en mi niñez. Tiempo después, en una fiesta en el campo donde había música en vivo, mi padre quiso complacerme con una canción. "La flor de capomo", pedí, y mi padre sonrió extrañado y orgulloso a la vez. Desde entonces, para él esa es mi canción. Sí, esa es mi canción. Nunca he visto una flor de capomo. Queda poca gente que la ha visto. La flor de capomo crece en los ríos. Y ahora el río yaqui y mayo ya están secos, por lo que la flor de capomo es ya casi mítica. La raíz es muy extensa y con muchos tentáculos. Es como un estropajo estirable que se clava muy superficialmente en la tierra. El t...

Warhol 2012-2024

Llegó siendo una bolita albina, con un pelaje tan suave que parecía lanugo. Mariana decidió llamarle Warhol. Le gustaba estar en las escaleras de entrada a la casa para tomar el sol. Quienes pasaban nunca entendían su nombre y le inventaban otros: pelusa, bolita, motita. Era imposible verlo y seguir de largo. Él nunca llegó para seguir de largo. Llegó en la adolescencia de Mariana para ser esa criatura a quien abrazar en la soledad, en el miedo, el desconcierto, la confusión, el desarraigo. Era un diente de león suave y frágil que se metía abajo de su cama. En esa recámara tan blanca como él. En esa página nueva tan blanca como él. Fue paciente en el año que Mariana que estuvo en el extranjero. Y entonces se convirtió en la mascota de toda la familia. Siempre presto a correr escaleras arriba, escaleras abajo; a girar sobre su eje como un derviche cuando se emocionaba. Nunca se fue de largo. Tampoco cuando se mudó con Mariana a su pequeño departamento en el jardín. Ese fue el r...