Ir al contenido principal

HOY: Milán en Hermosillo

A mis 17 años encontré por primera vez la revista Vuelta. Un encuentro tardío, realmente. Pero cuando has crecido en una ciudad pequeña, sonorense y sin el milagro del internet cualquier hallazgo interesante puede ser precoz y extraordinario.

El dependiente de la librería me dijo que sólo llegaba un ejemplar, y siempre se quedaba con él. "Puedo apartarlo para ti", me propuso. Y así inicié una colección que hasta mis días guardo casi completa.

En esa revista escribía Eduardo Milán, reseña crítica de poesía. Y fue la escuela de Letras en la que nunca me arraigué, y fue mi taller de poesía que no encontraba todavía.

Leí mucha poesía de su mano y aprendí sobre ella más de lo que cualquier otra persona me ha podido enseñar.

Hoy iré por él al aeropuerto. Hoy enmudeceré ante él. Y escucharé y escucharé todo lo que he dejado de escucharle en Vuelta desde que cerró, y todo aquello que he descubierto en su propia poesía.

Lo escucharé hoy a las 7 pm, en la Casa Hoeffer (Museo de Culturas Populares, en calle Hoeffer y Comonfort), en su charla sobre poesía latinoamericana. Y escucharé también con suma atención a Jaime Soler Frost, su presentador.

Comentarios

...un encuentro así merece ser celebrado...
Y vaya que lo celebramos: una conversación a tres bandas sobre la política del país, una botella de Marqués de Riscal, una cena, un paseo por el cerro de la campana y hasta una profecía en su punta.

No puedo desear más.
No más...que se cumpla la profecía.
Así sea :D

¡Saludos, Coyote!

PD Iré a la FIL :D
Eso me place. Ya sabes que estoy a tus órdenes. Aquí tienes tu casa. Nos contactamos por correo antes para cualquier cosa.
Mil gracias, Coyote. Ojalá nos podamos saludar en algún momento.

¡Un abrazo!
Por favor, acepta que sea tu anfitrión, así nos conocemos. con mi familia.Somos mi esposa y mis tres hijos (la mayor, recién casada; me queda un muchacho de 22 y la peque de 17). Además, que vivimos a tres minutos de la Expo ( o 20 cuadras, caminando). No nos hagas el desaire, te esperamos.
¡Què lindo, Coyote! Mil gracias, y no sabes lo que me conmueve la generosidad tuya y de tu familia. Pero voy con mi novio. Ya tenemos la reservaciòn desde hace un mes. Pero estarè algunos dìas, asì que me gustarìa mucho conocerlos a ti y a tu familia. Un abrazo (de verdad, muy conmovida)

Entradas más populares de este blog

Ceci, 12

Ceci de mi alma, Cuando leas esto ya tendrás 12 años. Una edad en la que las artes de la magia se convierten en empeño, esfuerzo, sabiduría forjada cada día, conciencia. Y eso te pediré hoy: un poco de magia para que me hagas estar contigo en ste momento, para que me sientas en tu corazón y en tu mente con la claridad con que me ves cada día a las seis de la mañana en la cocina, preparando todo antes de que te vayas a la escuela. Aunque, estando tan modorras, ¿podemos vernos con claridad? Mejor: con la claridad con que me ves cuando regresas de la escuela y me cuentas lo que pasó, mientras la comida termina de prepararse, y el celular suena y suena y suena con mensajes y el trabajo interminable, que tr fastidia un poco. Hay una escritora que dice que de alguna manera las mamás nunca podemos separarnos del todo de nuestras criaturas, porque hemos estado tan unidas una en la otra, desde el inicio de la vida, que es imposible. Y así como el misterio inicia, gestándose en el vientre

Capomo

Alicia, la novia de mi hermano Martín , me invitó a montar. A pelo. Sin silla de montar. Yo era niña. Tenía quizá 10 años. Anduvimos por el monte, lleno de brizna seca, con el sol muy bajo y naranja. En el silencio montaraz, ella me cantaba "La flor de capomo", ¿la conoces?, me preguntó. Le dije que no, entonces me la cantó en mayo. Este es uno de los momentos más memorables en mi niñez. Tiempo después, en una fiesta en el campo donde había música en vivo, mi padre quiso complacerme con una canción. "La flor de capomo", pedí, y mi padre sonrió extrañado y orgulloso a la vez. Desde entonces, para él esa es mi canción. Sí, esa es mi canción. Nunca he visto una flor de capomo. Queda poca gente que la ha visto. La flor de capomo crece en los ríos. Y ahora el río yaqui y mayo ya están secos, por lo que la flor de capomo es ya casi mítica. La raíz es muy extensa y con muchos tentáculos. Es como un estropajo estirable que se clava muy superficialmente en la tierra. El t

Mariana, 28

Mariana de mi alma, Desde que naciste me pregunté mucho qué sería de ti. Porque esa mirada profunda que parecía venir de otros mundos y otros tiempos, ese llanto intenso y que llenaba la habitación, o esa risa llena de luz y plenitud solo me llevaban a preguntar: ¿qué hará en esta vida? y sobre todo, ¿qué tengo que hacer yo, como su madre, para acompañarla? Desde entonces siempre te he visto llegar a los linderos, ampliar los límites, llevarte a ellos o más allá de sus coordenadas. No como alguien que rompe, sino descubre; no como alguien que se precipita, sino explora. Una especie de cartógrafa del ser. Sin tibiezas ni inmovilismos. Y pienso en lo afortunada que soy de conocer más allá de mis miras miopes gracias a ti, de ser empujada más allá de mis límites por ti. Siempre. Incluso hoy. Nada de medianías contigo, nada de apatía, de pasividad. Aunque sea yo una roca angulosa y pesada, crees en mí como un canto rodado. Y pienso que tu misma búsqueda de expresión, sin límites c