Barcas en ferro,
oscuras nos abatíamos en el litoral
cuando los navíos más amados
zarpaban a tu deriva
Las tormentas azotaban
aquí, y allá
nuestros amados dormían
reclinados a tu pecho
Después de tanto abandono
se nos reveló su signo
y levamos:
Barcas somos de tu mar
*
Un abrazo en la eternidad, Sylvia, por tu madre y tu hermano.
oscuras nos abatíamos en el litoral
cuando los navíos más amados
zarpaban a tu deriva
Las tormentas azotaban
aquí, y allá
nuestros amados dormían
reclinados a tu pecho
Después de tanto abandono
se nos reveló su signo
y levamos:
Barcas somos de tu mar
Llama (Libros del Umbral, 2008)
*
Un abrazo en la eternidad, Sylvia, por tu madre y tu hermano.
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