"El asesino siempre vuelve al lugar del crimen" es una ley de criminalística. Pienso que todos hemos vivido una fisura, un corte, un asesinato en nuestra vida. Cuando mataron a la niña; o quizá no la mataron niña sino adolescente; o en algunos casos, tal vez el "yo" era ya anciano. El trauma que vivimos deja el cadáver, la fosa fúnebre, y no hacemos otra cosa que volver y volver y volver para ver al cuerpo del delito, el sitio donde lo intentaron ocultar, pero nosotros sabemos muy bien dónde está. Por eso algunos volvemos repetidamente a la niñez, otros a la adolescencia, otros a una adultez amarga o cínica, otros a la vejez desesperanzada.
Ahí está el lugar del crimen, el lugar de nuestro crimen. Nuestro cadáver.
Recuerdo esto al leer este texto de Patricia Highsmith sobre Tom Ripley. Por si lo quieren leer...
Comentarios