La palabra accidente lleva en sí una colisión. Letras que se obstruyen, se repiten, que crujen.
Por eso la sola palabra pronunciada ya es mal augurio.
Luego llega la palabra muerte, opaca, hueca, un vacío sonoro.
La palabra hermano acompañada de accidente y muerte es una mordida en la entraña. Una pócima cruel en la sangre.
Era un jueves, como este día, 10:15, 1985, un valle hoy lejano, una memoria transformada pero que igual cruje, igual ahueca, igual lastima en la entraña.
Por eso la sola palabra pronunciada ya es mal augurio.
Luego llega la palabra muerte, opaca, hueca, un vacío sonoro.
La palabra hermano acompañada de accidente y muerte es una mordida en la entraña. Una pócima cruel en la sangre.
Era un jueves, como este día, 10:15, 1985, un valle hoy lejano, una memoria transformada pero que igual cruje, igual ahueca, igual lastima en la entraña.
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