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Cuando se va la luz, se prende el foco

Tengo semanas semanas semanas no saben cuántas semanas pensando en ese brinco o en esos mosaicos sin emboquillar o en esos ladrillos sin enjarrar, en esas dos partes separadas abruptamente, pero que querían quedar pegaditas sin cicatriz.

No sale. Nada más no sale. En mi mente muevo piezas. En mis papeles revuelvo fragmentos. Pienso pienso pienso.

Hoy cuando venía de regreso a casa me dije: en la compu, ya no en tu mente, sino en la compu resuelve.

Cinco kilómetros antes de llegar a casa veo oscuridad. Llego a casa y veo oscuridad. No hay electricidad. El arreglo llevará mínimo dos horas, CFE dixit. Enciendo velas, me pongo mi pijama, me lavo los dientes, la cara, consuelo a Rabito que teme a la oscuridad, abrazo a Mariana y decido dormir.

La mente, la mente, la mente.

De pronto, pum, sonidos de aparatos que despiertan, luces que reviven. Y saco la compu, pongo a The Idan Raichel Project y me pongo a escribir.

Y sí, el foco se prendió. Y ahí está. La transición entre la I y la II parte, ahí está.

Comentarios

Sol dijo…
Bien!!! muchísimas felicidades, marian, cuando menos te des cuenta ya todo estará emboquillado.
Y con zoclo ¿o soclo? Eso :-)
Aurora García dijo…
zoclo, bien.

seguro pronto inauguro esos espacios, Marian.
Conste, ¿eh? Ya toda mi pandilla los espera :-)

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