No, güera, no me digas adiós. Tampoco me digas que estás triste. No me digas que ya no te veré en la FIL. Que no tendré tus apapachos, que no me harás reír hasta llorar. No me digas que en la FIL nariz respingada ya no seremos la bola de gamberros dando tumbos de un pasillo a otro. No me digas que no me leerás la mano o las cartas o mis manuscritos.
No, güera, no me digas adiós. Soy más que tu autora. No me digas adiós.
No, güera, no me digas adiós. Soy más que tu autora. No me digas adiós.
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