
Querido Nacho:
Por si acaso tu agencia Montegro Publicidad sigue llevando la cuenta de Jumex, aquí te envío una propuesta de guión para la campaña "Mi historia con Jumex".
Aparece en primer plano un hombre regordete vestido de blanco con un crucifijo ajustado en su cuello grueso. De fondo se ve un avión de Aeroméxico. Él, muy sonriente, empieza a narrar:
Rúbrica:
Por si acaso tu agencia Montegro Publicidad sigue llevando la cuenta de Jumex, aquí te envío una propuesta de guión para la campaña "Mi historia con Jumex".
Aparece en primer plano un hombre regordete vestido de blanco con un crucifijo ajustado en su cuello grueso. De fondo se ve un avión de Aeroméxico. Él, muy sonriente, empieza a narrar:
Recuerdo una vez que volaba de regreso de mis vacaciones por Cancún, le pedí a la azafata un jugo de manzana. Me entregó una deliciosa lata, de Jumex, claro. Y estaba tan rico tan rico tan rico el jugo, que le pedí otro más. Ya con las dos latas en mis manos, y mientras esperaba a que la azafata regresara a recoger la basura, se me ocurrió: "¿Qué tal si secuestro este avión ahora y digo que estas son bombas?, ¡Va!", entonces que tomo las dos latas como si fueran bombas, y que les empiezo a gritar que eso es un secuestro y que... Nunca olvidaré ese día: las fotos de los periodistas, las cámaras de televisión, mi foto por todo el mundo y el presidente dirigiendo unas palabras a la nación, sobre mí, claro...
Rúbrica:
Jumex, jugo de verdad.
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