Hoy estrené el estudio. Tuve una mañana oscura y lloviznó intermitentemente. Pero desde el ventanal vi la alegría matutina de los perros, el manzano con sus esferas gordas y verdes, los encinos altos y calmos, la hiedra tupiendo celosa la tapia.
Lo que veo por el ventanal es un buen augurio. Ha vuelto la faena de escribir.
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