En este nido coinciden algunos lectores asiduos. Como Fred Álvarez. Hoy coincidimos en Daniel Sada. Hoy Fred, en cierta manera posteará en este nido, porque vale la pena; sí, aquí.
Alicia, la novia de mi hermano Martín , me invitó a montar. A pelo. Sin silla de montar. Yo era niña. Tenía quizá 10 años. Anduvimos por el monte, lleno de brizna seca, con el sol muy bajo y naranja. En el silencio montaraz, ella me cantaba "La flor de capomo", ¿la conoces?, me preguntó. Le dije que no, entonces me la cantó en mayo. Este es uno de los momentos más memorables en mi niñez. Tiempo después, en una fiesta en el campo donde había música en vivo, mi padre quiso complacerme con una canción. "La flor de capomo", pedí, y mi padre sonrió extrañado y orgulloso a la vez. Desde entonces, para él esa es mi canción. Sí, esa es mi canción. Nunca he visto una flor de capomo. Queda poca gente que la ha visto. La flor de capomo crece en los ríos. Y ahora el río yaqui y mayo ya están secos, por lo que la flor de capomo es ya casi mítica. La raíz es muy extensa y con muchos tentáculos. Es como un estropajo estirable que se clava muy superficialmente en la tierra. El t...
Comentarios
Dice Eclesiastés que todo tiene su tiempo…”tiempo de nacer, y tiempo de morir...
Esta vez le toco a Daniel, asé es la vida...
Tu paisano Humberto Musacchio dedico su República de las Letras a Daniel, dice que el premio le llegó tarde…
Daniel Sada, un premio tardío/Humberto Musacchio
Excélsior, 21 de noviembre de 2011;
Murió en la Ciudad de México Daniel Sada, escritor nacido en Mexicali en 1953. Estudió en la Escuela Carlos Septién García, pero nunca fue el periodismo su pasión ni su principal forma de vida. Fue agregado cultural en San Francisco (2001-2004), pero tampoco le entusiasmaba la actividad diplomática. Para él la literatura era más que una vocación o un oficio: era una forma de vida, insustituible e inevitable. Nació para ser escritor y lo fue a plenitud. Disfrutó las becas del Centro Mexicano de Escritores, la INBA-Fonapas y la del Fonca. A partir de 1994, en varias ocasiones fue miembro del Sistema Nacional de Creadores. Cultivó la poesía (Los lugares) y el ensayo (El cuento está en no creérselo), pero lo suyo era la narrativa, género al que entregó una veintena de libros entre cuentos y novelas. Con Registro de causantes ganó el Premio Xavier Villaurrutia 1993 y con Casi nunca se hizo merecedor del Premio Herralde en 2008. Tenía años luchando contra los males del cuerpo que finalmente lo vencieron, después de un periodo crítico en el que necesitaba más que nunca el dinero. Qué bueno que ahora le otorgaron el Premio Nacional. Qué lamentable que ese dinero ya no sirva para salvarle la vida. No lo veremos más por los cafés de la Condesa ni disfrutaremos de su conversación inteligente ni de su trato abierto y sencillo. Lo vamos a extrañar.
El texto completo:
http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=opinion&cat=11&id_nota=785713#.TssNzZbLwjM.facebook
Hay otro texto sobre Sada que no tiene desperdicio, quizá haya sido su última entrevista, se la hizo
Antonio Bertrán para Gatopardo, # 126, noviembre de 2011
La subí a mi Blog completa.
http://fredalvarez.blogspot.com/2011/11/los-giros-de-la-palabra-en-la-mente-de.html?spref=fb
Un abrazo de nuevo
FA