Con Carlos Fuentes se acaba esa camada de escritores que opinaban de todo y que incidían en la opinión pública con sus posturas.
Quizá hoy, más que opiniones, necesitamos acciones. Ese tipo de intelectual como Javier Sicilia, que se arremanga, se ata las sandalias y se echa a andar.
México ya es otra cosa. Líderes pequeños, gente con miedo, y los valientes que salen a gritar en el desierto se quedan solos.
Quizá hoy, más que opiniones, necesitamos acciones. Ese tipo de intelectual como Javier Sicilia, que se arremanga, se ata las sandalias y se echa a andar.
México ya es otra cosa. Líderes pequeños, gente con miedo, y los valientes que salen a gritar en el desierto se quedan solos.
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