Viajamos a NY en pleno escándalo sobre los políticos mexicanos con cuentas ocultas (y millonarias, si no para qué) en Suiza y el departamento del ex gobernador de Oaxaca, José Murat, en uno de los edificios más caros de Manhattan.
Recién dejadas las maletas, caminamos hacia Central Park, para respirar la ciudad, sentirla, antes de lanzarnos de lleno a sus museos.
En el camino encontramos Sinagogas, el templo de la Cienciología, templos presbiterianos que anuncian en cartelera a sus predicadores y sus discursos, iglesias con un cartel por fuera que decía "black lives matter"; encontramos oficinas corporativas cuya azotea es imposible alcanzar con la mirada; en calles perpendiculares, vimos casas adosadas con breves escaleras hasta la puerta; edificios interminables que se construyen para alojar departamentos residenciales.
Hasta que llegamos frente al monumento a Colón: en una esquina, el Museo del Diseño; en la otra, el edificio del departamento infame de Murat*.
Las necesidades que genera la corrupción en México al necesitar invertir en el extranjero, ha abierto un área de oportunidad para algunos emprendedores del giro inmobiliario en Estados Unidos: empresas escudo que aglomeran a sus clientes sin necesidad de revelar nombres (o investigar procedencia del dinero con el que invierten en bienes inmuebles).
¿No es Estados Unidos el país de las oportunidades? Lo malo es que las oportunidades están incluyendo a prófugos de países corruptos que han generado dinero mal habido. Eso descompone a una ciudad y a un país; los corruptos acaban por corromperlo todo.
Nueva York puede tener una Biblioteca Morgan porque existió alguien como J.P. Morgan que trabajó por su dinero (o en cuidar el de los otros) y lo invirtió en arte; el MET es posible gracias a millonarios que en sus conciencias aún tienen espacio para la belleza y el arte. ¿Pero qué pasará cuando Nueva York se llene de blanqueadores de dinero, de rateros en sus países de origen que quieren perderse en el anonimato que da una ciudad como NY?
La globalización también ha globalizado la corrupción. A veces pienso que el mundo se nos desmorona.
*Time Warner Center (en foto)
Comentarios