Podría parecer la definición de un escritor: “Un agujero negro es un manojo de cuerdas”; pero Juan Maldacena es un Físico teórico que trabaja la llamada Teoría de Cuerdas.
Podría ser un escritor que trata de escribir empalmando perfectamente fondo y forma; pero no, se trata de un científico que en su escritorio hace ecuaciones para describir de forma consistente todas las interacciones de la naturaleza, en particular la gravedad y la física de partículas. “Eso, normalmente, no se logra porque la física de partículas se basa en la mecánica cuántica, mientras que la de la gravedad es puramente una teoría clásica. Cuesta poner las dos cosas juntas y la Teoría de Cuerdas lo logra”, dice y es igual de sencillo y de confuso que el dilema literario.
Podríamos escuchar al escritor que habla sobre el ejercicio de creación, donde el resultado nos sorprende con una vida propia; pero Maldacena es sólo un hombre tímido que sin salir de su introversión reflexiona: “Es muy interesante tratar de comprender... Esta teoría tiene muchas sorpresas, cosas que uno no se imaginaba. Es como si la Teoría de Cuerdas fuera más inteligente que nosotros. Se resuelven paradojas, surgen conexiones inesperadas...”
Me gusta pensar la narración como una serie de hilos, cuerdas que forman una red interconectada en su interior. Me gusta que un científico teorice con una metáfora: un manojo de cuerdas.
(¿No es Kundera quien dice que todo amor nace de una metáfora?)
Podría ser un escritor que trata de escribir empalmando perfectamente fondo y forma; pero no, se trata de un científico que en su escritorio hace ecuaciones para describir de forma consistente todas las interacciones de la naturaleza, en particular la gravedad y la física de partículas. “Eso, normalmente, no se logra porque la física de partículas se basa en la mecánica cuántica, mientras que la de la gravedad es puramente una teoría clásica. Cuesta poner las dos cosas juntas y la Teoría de Cuerdas lo logra”, dice y es igual de sencillo y de confuso que el dilema literario.
Podríamos escuchar al escritor que habla sobre el ejercicio de creación, donde el resultado nos sorprende con una vida propia; pero Maldacena es sólo un hombre tímido que sin salir de su introversión reflexiona: “Es muy interesante tratar de comprender... Esta teoría tiene muchas sorpresas, cosas que uno no se imaginaba. Es como si la Teoría de Cuerdas fuera más inteligente que nosotros. Se resuelven paradojas, surgen conexiones inesperadas...”
Me gusta pensar la narración como una serie de hilos, cuerdas que forman una red interconectada en su interior. Me gusta que un científico teorice con una metáfora: un manojo de cuerdas.
(¿No es Kundera quien dice que todo amor nace de una metáfora?)
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