Esta es la mamá que les tocó: una multitasking, que trabaja, que escribe, que piensa. Mariana así creció conmigo, silenciosa pero laboriosa a un lado de mi escritorio. Y así va Cecilia, curiosa siempre por mi MacBook, sin escritorio, sino con un tapete que nos hace volar a las dos.
Y yo siento que trabajo más feliz, creativa, entretenida, eficiente. Porque las he observado descubrir el mundo, poco a poco; descubrir a su mama junto a ellas.
Ahora que trabajo a distancia, la compañía laboral de Cecilia me da mis dosis de alegrías, intercambio e imaginación: así vamos en el tapete frente al ventanal, ella con sus juguetes, yo con mis palabras.
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