He introducido un personaje coral en la novela, que habla en primera persona del plural, como salvaguarda y vocero de la familia de pilotos.
Las familias que tienen conciencia de la filia, de la sangre, de la naturaleza de una rama guardan una gran proporción de esta identidad colectiva en la configuración de su ser individual.
Y en cada una de estas familias siempre hay un miembro que atesora con celo las tradiciones, historias, efemérides, glosarios de la parentela. Esta familia, que por lo pronto he apellidado “los Islas”, tiene una característica física predominante: calvos.
Así que la forma de llamar a su clan no es “Islas”, sino “los pelones”. Los apodos me parecen más típicos de una tribu, de una turba que se une de manera semi-anónima para sobrevivir, como sucede con los equipos de béisbol o de básquetbol: “Los pieles rojas”, “los medias blancas”. Quiero evitar darle un nombre propio a este personaje coral. Y en cambio lo llamaré “el pelón mayor”.
Será la voz que hile en una sola estirpe a los tres personajes principales tan diferentes entre sí y coyunturales dentro de la misma rama: Gabriel, Pedro y Daniel.
Las familias que tienen conciencia de la filia, de la sangre, de la naturaleza de una rama guardan una gran proporción de esta identidad colectiva en la configuración de su ser individual.
Y en cada una de estas familias siempre hay un miembro que atesora con celo las tradiciones, historias, efemérides, glosarios de la parentela. Esta familia, que por lo pronto he apellidado “los Islas”, tiene una característica física predominante: calvos.
Así que la forma de llamar a su clan no es “Islas”, sino “los pelones”. Los apodos me parecen más típicos de una tribu, de una turba que se une de manera semi-anónima para sobrevivir, como sucede con los equipos de béisbol o de básquetbol: “Los pieles rojas”, “los medias blancas”. Quiero evitar darle un nombre propio a este personaje coral. Y en cambio lo llamaré “el pelón mayor”.
Será la voz que hile en una sola estirpe a los tres personajes principales tan diferentes entre sí y coyunturales dentro de la misma rama: Gabriel, Pedro y Daniel.
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