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8. Trenzado de historias cuando hay algo histórico

Me he comprado música de cine, especialmente de Michael Nyman. Estas bandas sonoras tienen el valor de contar una historia sin palabras; la melodía va ascendiendo llevándonos por un relato de sensaciones, emociones, estados de ánimo. Son pequeñas épicas concentradas en una línea melódica.

Mientras escucho la música, el horizonte de la historia se me abre: aparecen nuevos personajes, los hilos que se han dejado visible e intencionalmente sueltos buscan clavarse en el tejido para anudarse.

Pero ahí está la labor del narrador: cómo dosificar el hilado, en qué momento anudar ciertas hebras y dejar sueltas otras; y sobre todo, en qué momento pasar del close up de los personajes a una toma panorámica, donde los personajes se muevan y desarrollen en su contexto histórico y social.

En esta novela convergen varios niveles de relato: la historia individual de cada uno de los tres personajes principales, y su relación peculiar con la aviación (parte primordial); el desarrollo y declive de la revolución verde y su impacto en la utilización de pesticidas y en la tenencia de la tierra; las contradicciones de la política agraria en México, que por una parte incentivó la sobreproducción mediante avances científicos, pero por otra mantuvo una visión paternalista y corporativa del campo como brazo político del sistema.

En mi telar tengo los hilos, los colores y el diseño que quiero lograr. Ahora, ¿cómo los trenzo? ¿Cómo los cruzo? ¿Cómo los anudo, para que todos los elementos aparezcan justo en la perspectiva en la que deben estar?

Pero no hay nada mejor que echar a los personajes por delante, y dejar que cuenten su historia, la personal y la compartida, la real y la ficticia. ¿Qué dices tú, Nyman?

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