¿Cómo se desencuentra la gente y acaba por marcharse? Pienso en eso cuando veo lo diferentes que somos cada uno y a pesar de ello persistimos.
¿Por qué hay gente que vuelve? Pienso en Alfonso, que un día llegó silencioso al taller, en silencio se fue y en el mismo silencio ha regresado.
Compartimos la cena con vino y cerveza; escuchamos música indie y las carcajadas de nuestros hijos que alrededor de nosotros juegan a la gallinita ciega; veo la apacibilidad de cada uno de mis amigos talleristas, y pienso que desde hace años las cosas son así entre nosotros: encuentros y desencuentros, pérdidas y regresos, tintes distintos de cabello...
Pero siempre Vargas Llosa y Kundera, siempre pizzas y cervezas, siempre hijos y literatura.
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