Hace poco regalé a un niño muy especial para mí un libro de aviones que se arman mediante papiroflexia.
Anoche, cuando no podía dormir después de terminar de leer el libro de Murakami, pensaba que este escritor trabaja la historia con un cuidado y sensibilidad, como si construyera una figura de papiroflexia: logrando dobleces sutiles pero esenciales.
En la madrugada que no podía dormir por la historia que no dejaba de girar, imaginaba aviones de papiroflexia volando dentro de mí.
Esta mañana amanecí movida por dentro.
Anoche, cuando no podía dormir después de terminar de leer el libro de Murakami, pensaba que este escritor trabaja la historia con un cuidado y sensibilidad, como si construyera una figura de papiroflexia: logrando dobleces sutiles pero esenciales.
En la madrugada que no podía dormir por la historia que no dejaba de girar, imaginaba aviones de papiroflexia volando dentro de mí.
Esta mañana amanecí movida por dentro.
Comentarios