Eureka, encontré el meollo del asunto en la terraza de Starbucks, 7 am, café latte con doble shot de expresso, notas en mano. Trabajaba en mi proyecto "Serie roja" y de repente las piezas tomaron sentido y un equilibrio natural, como un arco romano erigido sin argamasa, sólo con el poder de las leyes de atracción de los cuerpos y de equilibrio por gravedad.
Esto es, me digo. Termino mi latte y me voy directo a la agencia fiscal para cumplir con otras leyes.
Ana, mi mano derecha e izquierda en cuyo sentido común tanto he confiado, ayer firmó un papel donde ambas aceptábamos (yo como contribuyente y ella como mi representante legal) que teníamos un adeudo por tenencia, que ambas conocíamos y del que habíamos sido avisadas anteriormente, y que autorizábamos procedieran a embargo de propiedades si no pagábamos de inmediato.
¿A poco?, me pregunté al leerlo y enterarme de que debía. ¿A poco?, me respondió Ana cuando le expliqué lo que había firmado en mi ausencia (ausencia total: física, de sentido común y de neuronas, por lo que veo). Y ¿a poco? se burló el tipo de la agencia fiscal cuando le dije que no sabía que había dos tipos de tenencias y que quería hacer un convenio. Después de eso concluyó que no podía hacer un convenio porque "o sea, no estamos en temporada".
Puestos a convertir en mandarinas los impuestos, cultivaré mejor mis conocimientos sobre impuestos, tasas de interés, letras pequeñas en cada papel que caiga en mis manos y también la prudencia en mi recién estrenada representante legal, en lugar de cultivar mis conocimientos sobre literatura japonesa.
Esto es, me digo. Termino mi latte y me voy directo a la agencia fiscal para cumplir con otras leyes.
Ana, mi mano derecha e izquierda en cuyo sentido común tanto he confiado, ayer firmó un papel donde ambas aceptábamos (yo como contribuyente y ella como mi representante legal) que teníamos un adeudo por tenencia, que ambas conocíamos y del que habíamos sido avisadas anteriormente, y que autorizábamos procedieran a embargo de propiedades si no pagábamos de inmediato.
¿A poco?, me pregunté al leerlo y enterarme de que debía. ¿A poco?, me respondió Ana cuando le expliqué lo que había firmado en mi ausencia (ausencia total: física, de sentido común y de neuronas, por lo que veo). Y ¿a poco? se burló el tipo de la agencia fiscal cuando le dije que no sabía que había dos tipos de tenencias y que quería hacer un convenio. Después de eso concluyó que no podía hacer un convenio porque "o sea, no estamos en temporada".
Puestos a convertir en mandarinas los impuestos, cultivaré mejor mis conocimientos sobre impuestos, tasas de interés, letras pequeñas en cada papel que caiga en mis manos y también la prudencia en mi recién estrenada representante legal, en lugar de cultivar mis conocimientos sobre literatura japonesa.
Comentarios
Pero un abrazo sí que te doy. Espero que estés mejor :D