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10 años

Miss Th me recuerda que hace 10 años nos conocimos. En Salamanca. Y pienso que lo que aprendemos y conocemos cuando estamos fuera de nuestra tierra se convierte en vital.

En medio de otro paisaje, de otro acento, de otro tiempo, de otra cultura, de otra historia, las percepciones se muestran contundentes, inéditas, claras en la extrañeza.

Tal vez lo que sucede es que tenemos hilos que nos conectan al terruño y nos dan una comodidad que nos hace aprender en un porcentaje más bajo del que lograríamos en otro contexto. Pero en el arraigo nos desarrollamos mejor afectivamente.

Cuando estamos en el extranjero, desarraigados, esos hilos se rompen y toda nuestra mirada y mente se ponen alertas, con mayor desnudez ante lo nuevo.

En esas circunstancias nos conocimos Th y yo. Cada una tiene su Salamanca a cuestas. Sus cicatrices de Salamanca, sus amores y nostalgias.

Pero vivimos para contarlo. Y en el arraigo a nuestra tierra, de regreso, hemos podido conectar nuestros hilos afectivos. Nos han unido siempre experiencias extremas. Y siempre hemos encontrado en la otra una testigo aguda, cercana, solidaria, sabia.

Diez años del resto que nos queda, querida Th.

Comentarios

Anónimo dijo…
Así es querida amiga. Qué vengan los años, con su calma y con su furia. Aquí los esperamos y si no estamos, es que los fuimos a buscar.

Besos para ti. TH.
;-) ¡Bien dicho! Extraño tu blog...

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