Justo ayer hablaba de vados. Y sin más, apareció en la ventana de mi mensajero la palabra Alcanduz.
Después, la nota:
Es lo mismo que alcaduz, hoy diríamos cangilón o caño. Cuántas voces arábigas para designar el encauzamiento del agua: alcanduz, azud, albañal, atarjea, acequia, alcantarilla. Son tan sonoras como misteriosas.
Alcanduz procede del griego Kados (tonel, cántaro).
Los países tienen su profusión en ciertas palabras. La cultura árabe, con su arquitectura yespiritualidad, nos muestra la importancia que tiene para ellos el paso del agua.
Así nosotros.
La manera en que configuramos el lenguaje propio, la medida en que nos apegamos a unas palabras más que a otras, tienen la impronta de nuestra sicología, de nuestra herencia cultural, de nuestros procesos epistemológicos muy personales, de la tesitura de nuestra sensibilidad. Cada autor somos una patria con sus herencias y sus palabras.
Después, la nota:
Es lo mismo que alcaduz, hoy diríamos cangilón o caño. Cuántas voces arábigas para designar el encauzamiento del agua: alcanduz, azud, albañal, atarjea, acequia, alcantarilla. Son tan sonoras como misteriosas.
Alcanduz procede del griego Kados (tonel, cántaro).
Los países tienen su profusión en ciertas palabras. La cultura árabe, con su arquitectura yespiritualidad, nos muestra la importancia que tiene para ellos el paso del agua.
Así nosotros.
La manera en que configuramos el lenguaje propio, la medida en que nos apegamos a unas palabras más que a otras, tienen la impronta de nuestra sicología, de nuestra herencia cultural, de nuestros procesos epistemológicos muy personales, de la tesitura de nuestra sensibilidad. Cada autor somos una patria con sus herencias y sus palabras.
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